Los diputados que apoyan la desconexión británica total de la UE han exigido a la primera ministra, Theresa May, que abandone una eventual "asociación aduanera" con la UE, una de sus opciones tras el "brexit", revela hoy la BBC.
Un documento de treinta folios al que la cadena británica dice haber tenido acceso señala que esa asociación haría difícil alcanzar acuerdos comerciales con otros países y transformaría al Departamento de Comercio Internacional británico en "obsoleto".
La jefa del Gobierno tiene previsto mantener hoy una reunión con destacados ministros para abordar las posibles opciones en materia aduanera después de que el Reino Unido salga de la UE, en marzo de 2019, y que sustituya a la actual comunitaria.
Todos los miembros del bloque europeo forman parte de la unión aduanera, lo que implica que no hay aranceles internos en las mercancías que se transportan entre los todavía 28, pero hay una tarifa común externa sobre los productos que entran en UE.
De acuerdo con la BBC, el ministro de Economía, Philip Hammond, que apoyó la permanencia en la UE en el referéndum del 23 de junio de 2016, está a favor de esta "asociación aduanera", que permitiría al Reino Unido cobrar en sus puertos y aeropuertos aranceles en nombre de la UE y pasaría una parte del dinero a Bruselas.
Esta solución permitirá abordar el problema de la frontera irlandesa, ya que se busca la manera de que siga siendo invisible entre la provincia de Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Sin embargo, el ala dura del Partido Conservador -los llamados "brexiteers"- creen que el modelo sería costoso y complejo de operar y significaría que el Reino Unido estaría atrapado indefinidamente dentro de los arreglos aduaneros de la UE.
En el dossier, los diputados "brexiteers" señalan que la propuesta debería ser descartada.
La segunda fase de las negociaciones entre Londres y Bruselas están centradas en el periodo de transición -que durará entre marzo de 2019 y diciembre de 2020- y la futura relación comercial y de seguridad entre el Reino Unido y la UE.
El problema de la frontera irlandesa es el principal escollo, especialmente porque los políticos norirlandeses del probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) están en contra de que la frontera aduanera entre el Reino Unido y la UE se fije en el mar de Irlanda, que separa la isla de Gran Bretaña de la de Irlanda.
May depende de los diez diputados del DUP para gobernar después de perder la mayoría absoluta en las elecciones generales británicas celebradas hace casi un año.
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