La patronal hotelera de la Costa del Sol ha asegurado hoy que no pretende "quitar derechos a sus empleados" en el nuevo convenio de hostelería, que negocian actualmente con los sindicatos, pero necesita "flexibilidad" para poder atender a los clientes.
Ante las "críticas" que está recibiendo por parte de los sindicatos, el colectivo ha difundido un comunicado en el que señala que "la patronal hotelera no es ni quiere ser una explotadora".
Argumentan que los establecimientos han aguantado la crisis "de una forma estoica", sin haber recortado los derechos de sus empleados, y "han seguido abonando sus salarios de forma religiosa", para lo que en muchos casos han tenido que pedir préstamos bancarios para atender sus obligaciones, que "ahora hay que devolver".
Mantienen que en la época actual, en la que han aumentado la ocupación, han creado empleo, en concreto el 13,5 por ciento entre los años 2016 y 2017, lo que demuestra que cuando han consolidado las ocupaciones también han afianzado el nuevo empleo.
La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) precisa que tampoco pueden "generar mucho empleo nuevo", ya que el convenio regula que el 50 por ciento de los empleados deben ser fijos y el 30 por ciento fijos discontinuos, por lo que solo les "queda el margen del 20 por ciento".
"Nuestros empleados nunca han perdido poder adquisitivo, todo lo contrario", insiste la patronal, que sostiene que entre 2001 y 2017 el IPC subió en España en 35,6 puntos, mientras que los sueldos del convenio se incrementaron en 49,9 puntos.
Como ejemplo han citado el caso de un camarero en un hotel de 4 estrellas, que en 2007 tenía un salario bruto mensual -prorrateando las pagas extraordinarias- de 1.446,42 euros, y en el año 2017, de 1.751,8 euros, lo que supone "una subida real del 21 por ciento".
"Todos sabemos que los turistas han cambiado y que cada vez se hacen las reservas más de última hora y no tenemos previsiones como hace años a largo plazo. Es por esto que nuestro sector debe adaptarse", señala Aehcos.
En las seis reuniones celebradas hasta la fecha entre patronal y sindicatos para negociar el nuevo convenio -el anterior se firmó en 2014- no se ha producido ningún avance.
Entre los puntos de desacuerdo están los relativos a la jornada laboral, ya que la patronal pide eliminar la jornada semanal de 40 horas y utilizar el cómputo anual de 1.800 horas y ampliar la distribución irregular de la misma al 10 por ciento (180 horas).
Mientras que los sindicatos defienden que los trabajadores mantengan sus dos días de descanso continuado, la propuesta de los empresarios aspira a un día y medio, y a que puedan acumularse hasta catorce días sin descansar, según CCOO.
También enfrentan a las partes cuestiones como la propuesta de eliminación del complemento de incapacidad temporal, la formación o la compensación de las horas extraordinarias.
Los sindicatos preparan una movilización a mediados de mayo que recorrerá el litoral comprendido entre Marbella y Málaga capital en cuatro días para reivindicar un convenio de hostelería "digno" y una mejora de las condiciones de trabajo de los empleados del sector.
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