Torremolinos

“Tratamos los problemas con drogas en adolescentes desde la familia”

Miguel Ángel Bravo es el encargado del centro de ayuda contra la drogodependencia de Torremolinos situado en la calle Rafael Quintana

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  • Miguel Ángel Bravo. -
  • Ofrecen información y asesoramiento gratuito a cualquier persona que tenga problemas o familiares que no sepan manejar la situación
  • Los casos más graves son derivados a Alcohólicos Anónimos o Proyecto Hombre
  • En el sector educativo ponen en marcha el programa Despierta y Mi vida me gusta

Inaugurado hace tres años, este espacio dependiente del área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Torremolinos, es gratuito y está abierto a personas con cualquier tipo de adicción, familiares y amigos preocupados o todo aquel que desee información acerca de estos asuntos. Problemas familiares, imposibilidad de gestionar las emociones, desahucios o incomprensión. Son muchos y variados los motivos que pueden llevar a una persona a caer en una adicción. En esta oficina están para escuchar y ofrecer una solución.

¿Cómo funciona esta oficina?

–Trabajamos en red. Hay un servicio en el Ayuntamiento, en Servicios Sociales, por lo que las trabajadoras sociales o las psicólogas, cuando hay un tema de adicciones, lo derivan aquí. Les doy cita en esta oficina y nos reunimos con esa persona. También pueden derivar a esa persona desde el centro de salud o pasan directamente por aquí porque lo ha comentado algún vecino o puede que algún otro usuario se lo haya comentado. Hay diversas vías para llegar aquí. También nosotros derivamos a otros centros para que acudan a terapia, como es el caso de Alcohólicos Anónimos o Proyecto Hombre.

¿Cuál es el perfil más numeroso?

–Sobre todo llegan mujeres. Los hombres que vienen, principalmente es porque ya tienen un problema de adicción. El perfil que más veo es el de la madre preocupada porque su hijo o hija adolescente tiene un problema de conducta y dentro de ese problema encontramos el consumo de hachís, marihuana o algún tipo de sustancia. Cuando vienen aquí piensan que el problema es el hijo, es lo que más estamos habituados a ver: ese niño o niña que tiene un comportamiento inadecuado y, además, consume. Creen que para manejar esa situación debe venir el hijo, pero un adolescente si no quiere venir, no va a venir. Y si viene obligado, no conseguimos nada.

El objetivo es hacer un trabajo desde la madre o del entorno familiar, trabajando con ese entorno se les da a los padres unas pautas de comportamiento, de cómo atender a su hijo, cómo comunicarse con él, cómo recuperar el poder dentro de la familia. A partir de ahí, empezamos a ver cambios en el adolescente, hasta el punto de que algunos de ellos se pasan por aquí. También he visto casos en los que no es necesario que vengan a la oficina, la madre ha sido capaz de manejar esa situación.

¿Se hacen más actividades con el objetivo de prevenir la drogadicción?

–En esta oficina damos el servicio de informar, asesorar y orientar sobre todo lo relacionado con el tema de las adicciones. En esto también incluimos a los familiares o amigos. También informamos a otras asociaciones, educadores o cualquier persona que esté interesada. Llevamos a cabo una prevención selectiva en el ámbito educativo: el programa Despierta, que empieza en 5º de Primaria y termina en 4º de la ESO.

También hacemos prevención indicada, que se llama ‘Mi vida me gusta’, es decir, atendemos en el seno educativo a grupos en particular que ya tienen problemas con el consumo. Profundizamos más que en el programa Despierta. Lo que hacemos es enseñarles una serie de técnicas para que puedan gestionar sus emociones. Sabemos que los adolescentes, los jóvenes, sufren con sus emociones. Por tanto les hacemos ver que cuando son capaces de gestionar, de controlar esas emociones, algunos de esos conflictos desaparecen. En este caso, acudimos en horas de tutoría porque el tutor ha detectado que el alumno tiene un problema real con algún tipo de adicción.

¿Qué tipo de adicciones son las más usuales?

–Hemos visto que ha aumentado la adicción a las nuevas tecnologías. Aunque, en este caso, solo se demanda información. Hoy en día está como más normalizado, estamos tan acostumbrados a usar el móvil, Internet, que no nos preocupa como algo muy serio. Aunque sí que lo es. La ludopatía también está creciendo, sobre todo, en el caso de las apuestas deportivas online. El perfil, en este caso, es de jóvenes entre 20 y 26 años. También atendemos a personas mayores de 35 años que presentan adicción al alcohol o cocaína. Los adolescentes, los más jóvenes, presentan mayor consumo de alcohol, cannabis, marihuana o hachís

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