Varón con bajo nivel socioeducativo y en paro. Este es el perfil del drogodependiente que acude a los centros de adicciones de la provincia de Cádiz, en los que el año pasado se atendieron a 6.261 personas, a los que hay que sumar 214 casos que se llevaron en programas en los centros privados concertados.
De esta cifra, 1.246 eran personas que mezclaban la cocaína y la heroína. Un 22,20 por ciento eran adictos al alcohol: 1.390 en número redondos para una adicción que gana adeptos en los últimos años y que lleva a más gente a solicitar un tratamiento. La edad media del paciente que pide atención por consumo de alcohol es de 48 años y media y la mínima de 14 años.
Los datos son de la memoria de 2017 del Servicio Provincial de Drogodependencias de Cádiz. Las cifras de pacientes que se atienden en los centros en estos últimos años es bastante constante. Así, desde el año 2000 los centros de la red pública vienen manteniendo activo un volumen asistencial constante superior a los 6.000 pacientes. En 2017, del total de pacientes atendidos, 5.301 eran varones y 960 mujeres.
De las personas que están activas en tratamiento, el 21,80%, lo están por el consumo de opiáceos, situación que refleja un ligero decremento de las cifras de este grupo de personas en el abanico de las adicciones (23,38% en 2016). El 21,03 lo están por cocaína y otros estimulantes (el año pasado esta cifra era del 19,89%). Continúa, tras el aumento de años anteriores, la proporción de pacientes por consumo de alcohol con un 22,20%.
La mezcla de heroína con cocaína arroja cifras ligeramente superiores respecto del año pasado, con un 19,90% y la proporción de usuarios en tratamiento por cannabis baja tras las subidas anuales anteriores, con un 10,30% del total de los casos, esto último probablemente debido a los cambios legislativos que limitan la remisión de sanciones administrativas.
El jefe del Departamento Asistencial Drogodependencias en Diputación de Cádiz, Jaime Lora, asegura que el perfil del drogodependiente ha venido sufriendo cambios a lo largo de los años. En los años 90 acudían a los centros básicamente personas con problemas derivados de opiáceos y una menor proporción de pacientes con dependencia a alcohol, mientras que actualmente se ha diversificado el perfil del usuario, atendiéndose tanto personas con problemas de opiáceos, cocaína, cannabis, mezcla de heroína y cocaína y otras adicciones sin sustancia. “Básicamente encontramos una proporción muy alta de varones sobre mujeres que solicitan tratamiento, con un bajo nivel socioeducativo y una proporción muy reducida de personas que se encuentre trabajando”, explica.
Desde este servicio de la Diputación se asegura que no dispone de datos suficientes para referir tendencias de consumo para años venideros, aunque señala que sí se sabe que en determinados países como Estados Unidos, se está produciendo un aumento importante de consumidores de derivados opiáceos, aunque al día de hoy en España, aún no se puede confirmar este incremento salvo en determinadas poblaciones de capitales con importantes bolsas de población con exclusión social.
Según los perfiles de consumo, se ha constado que se incrementa de forma generalizada año tras año en casi todos los tipos de adicciones la media de edad de los usuarios y en especial en el grupo de alcohol y los opiáceos, en lo que se podría calificar un envejecimiento de la población adicta.
La media de edad del paciente varón en estos centros es de 42,67 años y la de las mujeres es de 43,79 años.
De los casos que se atienden , un 32% de los pacientes abandonan el tratamiento, una tasa elevada como reconoce el propio Lora, que asegura que la alta tasa de abandonos de los programas de tratamiento es uno de los problemas más graves en el ámbito de las drogodependencias. “En la mayoría de las ocasiones, el abandono de un paciente significa la recaída en el consumo de drogas y el empeoramiento de otras áreas del estilo de vida de éste, pero en otros casos significa que se pierde el contacto y desconocemos sin más su evolución, o se recuperan de forma espontánea”, explica.
En el Servicio se revisan las tasas de abandono y los factores relacionados con la retención y, sobre todo, las estrategias de intervención para incrementar los niveles de retención en los tratamientos, cifras que son similares a las que se obtienen en el resto de Andalucía. Actualmente y a nivel del trabajo clínico , se intenta identificar aquellos elementos predictores de riesgo de abandono, ya que proporciona información útil sobre las necesidades específicas de tratamiento de cada tipo de paciente.
Según los datos que se desprenden de los Estudios Epidemiológicos recientes “Los Andaluces ante las Drogas XIII”, Lora afirma que “la percepción de riesgo del consumo de alcohol está, entre los diversos consumos de otras sustancias, como la que menor percepción de riesgo se le atribuido, con lo que las medidas preventivas siempre van a chocar contra una sociedad que no asume las consecuencias del consumo de alcohol”.
Localidades con más pacientes
Los municipios gaditanos con un mayor número de pacientes en programas en los centros ambulatorios de la red pública de atención a las adicciones son los de Jerez, Cádiz, Algeciras, San Fernando, La Línea, Puerto de Santa María, Sanlúcar, Chiclana y Puerto Real con el 75,24 por ciento del total de usuarios en tratamiento de la provincia. Jerez es el que tiene un mayor número de casos atendidos con un total de 1.026, lo que significa un 16,69%. En el caso de La Línea más de la mitad de los pacientes son por consumo de opiáceos.
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