El presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Pablo Arenas, garantizó ayer que se alcanzará un acuerdo con el Ayuntamiento de Sevilla con respecto a las limitaciones horarias y de establecimientos durante la Madruga, apuntando que antes se tiene que “bajar al detalle” y “afinar” qué calles y qué bares se verán afectados.
Arenas apuntó que los hosteleros están dispuestos a seguir colaborando y puso como ejemplo el decreto que anualmente limita la actividad en las zonas de paso o aforadas, igual en un 97% al del pasado año.
Sin embargo, en el caso del cierre y limitación de horarios en la Madrugá, explicó que la intención de la asociación es “recortar” y colocar “en su medida justa” esas 62 calles y esos 226 locales que deberían cerrar durante dos horas. “No es una ley seca, siempre habrá un bar para tomar un café en otra esquina”, decía.
“Tiene que estar justificado”, decía Arenas apuntando que “nos hemos pateado 20 kilómetros” recorriendo las calles y bares afectados para poder afinar, porque “o no tienen por qué ser tantas calles o no la calle completa”.
Arenas ha reconocido que habrá establecimientos más afectados que otros pero que a todos tendrá que explicarles la decisión del Ayuntamiento. “La pelota está en su tejado”, advertía, apuntando que no habrá un acuerdo antes de la reunión convocada el viernes del Cecop si no se ponen a trabajar, porque cada empresario debe aceptarlo y están “alarmados” por algunas declaraciones municipales.
Precisamente este miércoles el alcalde Juan Espadas instaba a los hosteleros a llegar a un acuerdo, apuntando que no será “un blindaje completo del centro”, sino sólo en determinadas horas y sitios para eliminar los problemas causados por el consumo de alcohol en la calle.
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