Tras la intensa lluvia, que duró unos 30 minutos, la normalidad llegó y los afectados se centraron en las labores de limpieza, lo que provocó que diversos comercios tuviesen que cerrar sus puertas durante la tarde.
Una de las zonas más afectadas ha sido el centro de la ciudad, donde el agua llegó a tener casi medio metro de altura, lo que originó cortes de circulación en la calle Virgen de la Paz, hasta que descendió el nivel de la misma.
De igual modo, en algunas barridas el agua también alcanzó una altura considerable, lo que produjo que varias viviendas se inundasen, sin que haya que lamentar daños personales.
Por el contrario, los daños materiales son muy cuantiosos, aunque todavía se continúa realizado una evaluación de los mismos, a lo que se añaden las pérdidas económicas en las terrazas y bares.
Cinco dotaciones del Consorcio Provincial de Bomberos trabajaron para tratar de solucionar los principales problemas, habiendo atendido un total de 38 llamadas de ayuda, actuado en 29 viviendas, cuatro locales comerciales, dos aparcamientos y una nave industrial.
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