Notas de un lector

La ofrenda

Un año después de su última novela, “No hay amor en la muerte”, Gustavo Martín Garzo vuelve a deleitarnos con una sugestiva y ensoñadora narración, La ofrenda

     Un año después de haber dado a la luz su última novela, “No hay amor en la muerte”, Gustavo Martín Garzo (1948) vuelve a deleitarnos con una sugestiva y ensoñadora narración, “La ofrenda” (Galaxia Gutenberg. Madrid, 2018).

     El autor vallisoletano tiene editados más de quince libros entre novela y ensayo. Sus reconocimientos han sido múltiples -Premio Nacional de Narrativa, Miguel Delibes, Nadal, Premio de las Letras Castilla y León, Vargas Llosa de relatos…- y su trayectoria ha merecido a lo largo de estos años el fervor del público y la crítica. Y, sin embargo, su quehacer no decae ni se ubica en un ámbito de complacencia. Cada nueva entrega es un reto, una aventura donde su misma complicidad pretende alcanzar el alma del lector.

En su penúltima novela -antes citada-, Martín Garzo se adentraba en la compleja relación de un padre y un hijo partiendo de la parábola del sacrificio de Isaac. Ahora, en “La ofrenda”, hay algo también de sacrificio, pero en esta ocasión se torna abnegación, generosa renuncia, indómita dadiva.

La acción se sitúaen una pequeña isla al sur de Madagascar. Una joven enfermera, Patricia Ayala, acepta el encargo de atender a Rose Hansson, una anciana de salud muy frágil que reside en una casa conocida como La Construcción.Desengañada de su relación con Gonzalo, deseosa de hallar un lugar remoto donde nunca pueda encontrarla y con el aliciente de recibir un sueldo que triplica el que recibe en el hospital, Patricia pone rumbo a este exótico lugar.

Desde su llegada, la protagonista quedará fascinada por un entorno pleno de atractivos: una naturaleza esplendorosa, unas peculiares costumbres, unos habitantes cálidos y sorpresivos, un ambiente hospitalario, mas a su vez enigmático. La residencia de la anciana, está situada junto a una laguna cuyas aguas penetran las habitaciones centrales a través de piscinas y canales y, a su dueña, le gusta ver cómo Patricia se sumerge en ellos enfundada en un bañador blanco. Y también anhela que arroje al agua naranjas, a modo de inescrutable ritual. Hasta que un día, esas naranjas empiezan a ser devueltas y el misterio se convierte en hilo principal al que poco a poco van sucumbiendo los principales protagonistas.

La aparición de “el hombre que nada”, un ser marino y atrayente, mitad humano mitad pez, entro lo corpóreo y lo incorpóreo, irá generandonuevos interrogantes; y también inquietantesrespuestas para los secretos que guardan aquellas estancias y aquellas aguas.

 

En esta historia, Martín Garzo reconoce su pasión por las películas del pasado donde los seres oscuros, las fuerzas del mal, las criaturas de la noche hechizaron su infancia y la poblaron de fantasía. “La ofrenda” es también un homenaje a algunos relatos de Franz Kafka y a su irracional imaginario, y quesalpica este libro de legendaria ficción.

Además, el autor pucelano ha sabido vertebrar con sabiduría una obra donde el amor, la aventura y la intriga se conjugan de manera precisa con la conciencia y el compromiso humanos, con la apariencia y la necesidad vitales, con la verdad y los deseos que anidan en el corazón.

En suma, una novela vívida y penetrante, luminosa en su prosa y muy amena en su acontecer.

 

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