El partido de este domingo en el Nuevo Colombino entre el Recreativo de Huelva y el CD Badajoz tuvo un nombre propio, el de Boris Garrós. El atacante catalán se fajó durante los 90 minutos, demostró que es el futbolista con más personalidad de la plantilla, tuvo y se buscó las ocasiones más claras del envite y no dudó en entrar al cuerpo a cuerpo con las ‘torres’ visitantes.
Y encima llevó su firma el gol de la sentencia de un choque que no dejó ninguna buena sensación en los recreativistas. Lo mejor, y de largo, fue el resultado porque el Decano hizo uno de sus peores partidos de la temporada en Huelva. No tuvo ningún control en el centro del campo, fue un manojo de nervios, las imprecisiones se sucedieron en un sin parar y se vio desbordado en numerosas ocasiones en jugadas a balón parado, el único argumento ofensivo del conjunto extremeño. Y eso que el guión del partido comenzó siendo el más deseado.
Primera ocasión y gol del Recre. En el minuto 13, Carlos Lazo lanzó un libre directo en la frontal del área directo al fondo de la red. Un golpeo exquisito, con una rosca endiablada y para dentro. Ese 1-0 pareció que cargaba de confianza a los recreativistas, que disfrutaron de sus mejores minutos. El técnico Ángel López repitió el mismo once que logró empatar en la Nueva Condomina siete días antes ante el Murcia. El joven Víctor Barroso disfrutó de su segunda titularidad y salió al Nuevo Colombino con ganas de agradar y de tirar la puerta del primer equipo. El onubense, con el ‘10’ a la espalda, mostró desparpajo y, siempre que pudo, encaró a su marcador. Sin embargo, con el transcurso de los minutos, el Recre fue abusando de pelotazos sin sentido.
A los albiazules, muy imprecisos, parecía que les quemaba el balón. Tal vez por la presión de jugar en un estadio de categorías superiores o simplemente por deficiencias técnicas. Y ante esa falta de rigor y de sentido en la circulación del balón, el equipo de Ángel López se remangó y derrochó entrega y sacrificio en cada pelota. Con victoria local se llegó al descanso. En la reanudación entraron de forma casi simultánea Nacho Monsalve y Antonio Núñez. En el minuto 58, Rafa de Vicente rozó el gol con un fuerte chut desde fuera del área pero se encontró con una genial respuesta del meta Pol Ballesté. Minutos después, Lazo falló un uno contra uno ante el portero visitante tras un gran pase de Boris Garrós, el mejor de los albiazules.
Pero quedaba media hora por delante de partido y el Recre se vino abajo. Sufrió demasiado ante un rival plano y que sólo exigió en jugadas a balón parado. El Badajoz llegaba a Huelva tras ganar tres de sus últimos cuatro partidos pero en el Nuevo Colombino apenas demostró sus puntos fuertes. A base de impulsos merodearon la portería de Marc Martínez pero sin claridad. El técnico visitante hizo dos cambios ofensivos para poner entre las cuerdas al Decano. El tramo final de partido fue un suplicio para los dos equipos.
Para el Recre porque no encontraba la fórmula de mantener más tiempo el balón y para el Badajoz porque iba a la desesperada a por el 1-1 y no lo conseguía. Pero entonces llegó otra vez Boris Garrós. El catalán controló un pase de Gorka Santamaría , se metió en el área visitante y su disparo fue gol. Después de sufrir calambres musculares, de ser objeto de falta muchas veces y de oxigenar el mal juego de sus compañeros aguantando el balón de espaldas a portería, Boris hizo el gol de la sentencia y el estadio entero coreó su nombre. No es para menos.
Ese 2-0 cortaba una racha negativa del Recreativo que se alargaba desde finales de noviembre cuando se impuso al San Fernando. Esta victoria, que es la cuarta de la ‘era Ángel López’, deja al Decano en tierra de nadie, el décimo clasificado. Ahora, los onubenses se encuentran a ocho puntos de la zona de promoción de ascenso a Segunda división y se alejan en seis puntos del pozo de la clasificación. Queda mucho por delante y con Boris, desde luego, todo es posible.
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