Los hay quienes compran sus décimos desde verano y llegado el 22 de diciembre acumulan más de una decena. En el otro lado están aquellos que solo “llevan” uno para el gran sorteo de la Lotería de Navidad. Sea como sea, el 22 de diciembre es el día de la ilusión.
Cada uno tiene su número de la suerte. Algunos apuestan por su fecha de nacimiento o de un acontecimiento señalado. “El número 13 es el favorito por los torremolinenses. Año tras año tenemos que poner en la ventanilla un cartel para anunciar que ya está agotado, pero aún así, entran a preguntar por él”, cuenta Miguel Pérez, propietario de la administración número 8, situada en el pasaje San Miguel. Precisamente, este despacho repartió en 2016 el segundo premio con el 04536, vendiendo una serie completa de este número, premiada con 1,25 millones de euros. “La gente lo devolvía porque empezaba en cero y decían que era un número muy feo”, explica Pérez.
Además del 13, los vecinos de Torremolinos hacen cola para comprar el número cinco, el siete y, este año, el famoso 155, en honor al famoso artículo de la Constitución. “Los extranjeros no compran lotería por mucho que en los anuncios nos quieran vender que sí lo hacen”, cuenta Elena Porras, que junto a Paqui Martos, repartió también el segundo el pasado año.
Toca esperar al viernes para saber si Torremolinos vive una lluvia de millones.
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