El meteorólogo Mario Picazo estima que tendría que "llover sin parar durante dos meses" para resolver la sequía en algunas zonas de España, una situación que vincula al cambio climático y a los efectos del calentamiento global en el deshielo ártico.
En declaraciones a Europa Press, Picazo considera que una de las causas relacionadas con los cambios meteorológicos actuales tienen relación con el calentamiento global y la influencia que este fenómeno tiene sobre el deshielo del ártico.
Así, ha precisado que a medida que se calienta el Polo Norte, la diferencia de temperatura entre polo y Ecuador es menor, lo que conlleva menor gradiente térmico y esto conlleva, a su vez, que la corriente del chorro que mueve las borrascas hacia España y otras zonas de Europa esté cambiando de configuración.
Precisamente, el meteorólogo señala que esta corriente o cinturón transportador está menos tensa de cuando en cuando y tiende a ser más ondulada, por lo que las borrascas son transportadas hacia latitudes superiores a la de España. Esto explicaría la escasez de borrascas que afectan a la Península.
En concreto, expone que principalmente no llueve a consecuencia de un anticiclón "perpetuamente anclado" al oeste de la Península que está desviando los frentes y borrascas hacia el norte. Así, añade que ese anticiclón no solo está posicionado constantemente en esa zona del Atlántico, sino que también es más intenso de lo habitual y que tiene que ver con el cambio en la circulación de la atmósfera que se está notando últimamente.
Respecto a los efectos de esta situación, Picazo subraya que son "múltiples" pero que quizá los sectores que más lo notan ya son el agrícola y el de la energía hidráulica.
Por ejemplo, entre los cultivos más afectados se ha referido a los cereales en la meseta norte o el olivo en Andalucía y añade que, por otra parte, a medida que se secan los embalses se genera menos energía eléctrica, lo que contribuye en su opinión a un progresivo aumento del coste de la luz.
Pese a esta persistente situación, ha celebrado que las predicciones a medio o largo plazo algunos cambios en la tendencia, ya que todo apunta a que el inicio del invierno podría llegar con más precipitación de la normal en el noroeste y norte de la Península. Sin embargo, advierte de que durante la segunda mitad del invierno, es decir en febrero y en marzo se podría volver a entrar en un modo más seco.
De hecho, advierte de que "en algunas zonas de España tendría que llover sin parar durante dos meses" para paliar la sequía, pero considera que para resolver la sequía de cara al próximo año y sobre todo a partir de la próxima primavera es clave la nieve, ya que cuanto más nieve entre desde ahora hasta mayo, mejor situación hídrica habrá antes de comenzar el verano. Por eso, ve que el deshielo es una "pieza fundamental" para recuperar los niveles de agua tanto subterránea como en superficie.
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