El sindicato de funcionarios de prisiones Acaip ha anunciado que llevará ante los tribunales de justicia la utilización de la prisión de Archidona como Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) si en el plazo de 24 horas el Ministerio no da marcha atrás a la medida.
La decisión del Gobierno de trasladar a los alrededor de 500 inmigrantes llegados en patera a las costas de Murcia el fin de semana ha recibido el rechazo unánime de los sindicatos de funcionarios de prisiones. No sólo Acaip, que es el mayoritario. También la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), CSIF y UGT.
El Ministerio del Interior insiste en que se trata de una medida “excepcional y temporal”, en palabras del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, adoptada por la “avalancha” de inmigrantes del fin de semana.
La de Archidona es la única prisión construida y sin uso en estos momentos en España, tras la entrada en funcionamiento de la de Ceuta hace pocas semanas. Y tenía previsto inaugurarse en los primeros días de 2018.
Los sindicatos entienden que en una prisión no pueden custodiarse ni retenerse personas que no estén allí por expreso mandato judicial. Y las instalaciones de Archidona, desde que el 18 de marzo se publicara la correspondiente Orden Ministerial, son las de un centro peniytenciario.
El presidente de Acaip, José Luis Pascual, ha explicado a este periódico que la legislación española, la europea y la jurisprudencia del Supremo prohíben ingresar en una prisión a alguien que no ha cometido delito. “Los autos de los juzgados de Almería y Murcia ordenan llevar a los inmigrantes a un centro no penitenciario”, indicó Pascual. “Y allí todas las ventanas tienen rejas y las puertas se cierran detrás de uno”.
Doscientos funcionarios pendientes
Por otro lado, Más de doscientos funcinoarios destinados a la prisión de Archidona aguardan con incertidumbre el devenir de los acontecimientos.
La resolución del concurso de traslados para cubrir las plazas de funcionarios en la nueva prisión se publicó en el BOE del 6 de noviembre pasado, y desde entonces más de doscientos trabajadores han cesado en sus puestos para incorporarse en un nuevo destino en Archidona.
Estos trabajadores, que debían incorporarse en pocos días a su nuevo destino, ni siquieran pueden ahora acceder a la prisión, convertida en un Centro de Internamiento de Extranjeros.
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