Hacía tiempo que queríamos ir al cine, pero entre unas cosas y otras, no había manera. Aprovechando que el pasado domingo teníamos la tarde libre, mi compañera y yo nos plantamos en los multicines, los de Arcos, claro está. Es un lujo para la sierra tener unas instalaciones como esas, y hay que aprovecharlas. En fin, teníamos ganas de ver ‘El secreto de Marrowbone’, no habíamos ni leído la crítica sobre la peli, pero nos gusta la aventura, así que entramos a la sala y nos sentamos en nuestras butacas. Eché un vistazo a la fila de atrás y allí se encontraban sentadas dos parejas con bolsas de patatas y gusanitos; ‘Estos me van a dar la película’, pensé para mis adentros.
Efectivamente, fue apagar la luz y empezar a escuchar ruido de bolsas, pero un ruido molesto que no le dejaba a uno concentrarse en lo que estaba sucediendo en la gran pantalla. Yo suelo comprar palomitas y refresco (aunque en esa ocasión, mi barriga no estaba en el mejor de los estados para permitirme ciertos excesos alimenticios) y por supuesto siempre trato de hacer el menor ruido posible para no molestar a nadie. Menos mal que al cuarto de hora ya habían devorado todo lo que traían.
Uno no pide que la sala esté en completo silencio, pero un poco de civismo y educación nunca hizo mal nadie, al contrario, sobre todo en películas en las que o estás atento al argumento o no te enteras de nada. La verdad,se agradece que se guarde un mínimo de silencio.
Total, gente así hay en todas partes. Pero centrándonos un poco en ‘El secreto de Marrowbone’, la historia transcurre alrededor de cuatro hermanos que pierden a su madre a causa de una larga enfermedad, y temiendo que les puedan separar, se ocultan del mundo exterior en su vieja granja en mitad de la América rural. Terror psicológico, drama, en definitiva, me pareció bastante perturbadora e inquietante. Me gustó mucho la fotografía que tiene y la forma de tratar un tema tan complicado. La película es española, dirigida por Sergio G. Sánchez, aunque el reparto es foráneo. En su primer fin de semana recaudó más de un millón de euros en España. No está nada mal.
Pues eso, que siempre que puedo suelo acercarme al cine, incluso solo, recuerdo que una vez fui a ver una película (no recuerdo cual) y estaba yo solo en la sala, fue la época de decadencia de los multicines. Como digo al principio de esta columna, es un lujo que abrieran de nuevo, y ojalá la gente apoye el Cine, porque, evidentemente, también es Cultura.
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