Un jurado popular ha considerado culpable a Manuel R.M. del asesinato de su exmujer María del Castillo Vargas, hija de la cantaora Juana Vargas, para el que la Fiscalía, y las acusaciones particular y popular, ejercida por la Junta, piden 31 años de prisión.
En el veredicto del jurado leído hoy, también considera al acusado culpable de los delitos de malos tratos habituales, allanamiento de morada y quebrantamiento de condena, ya que la noche del crimen -la madrugada del 8 al 9 de diciembre del 2015- Manuel R.M. entró en el domicilio de la víctima en Lebrija por la ventana del dormitorio pese a tener una orden de alejamiento de ella por denuncias previas de violencia machista.
El jurado ha considerado probado "por unanimidad" que el acusado asestó "hasta 40 puñaladas" a la víctima causándole un "sufrimiento que no era necesario para causar su muerte" y cree que es culpable de "haber dado muerte de forma intencionada, sorpresiva y aumentando innecesariamente el dolor" a su exesposa, además de haber ejercido "violencia física y psíquica" durante los años que convivieron y de haber quebrantado la orden de alejamiento dictada por un juez y entrado en la vivienda.
El acusado, que al finalizar el juicio con jurado pidió "perdón a la familia", especialmente a la madre de la víctima, y dijo estar "muy arrepentido", se encuentra en prisión preventiva desde la noche del crimen, cuando acudió a la comisaría de la Policía Local de Lebrija aunque dijo a los agentes que había tenido una discusión con María del Castillo pero que ella estaba "bien" y "en casa de su madre".
Por ello, el jurado no ha considerado la atenuante pedida por la defensa de confesión ni tampoco las de actuar bajos los efectos de las drogas y en un "arrebato" pasional provocado por los celos, algo de lo que la abogada de la familia, Fabiana Jiménez, se ha felicitado por cuanto supone la posibilidad de que el tribunal imponga al acusado las máximas penas previstas para estos delitos.
Así, tanto la Fiscalía como las acusaciones solicitan para Manuel R.M. -que ha escuchado el veredicto del jurado impertérrito al igual que ha estado durante todo el juicio- 25 años de cárcel por asesinato, 3 por malos tratos habituales durante sus más de 15 años de matrimonio con María del Castillo -que impuso la demanda de divorcio tres meses antes del crimen-, dos años por allanamiento de morada y un año por quebrantamiento de condena, ya que el acusado tenía en vigor una orden de alejamiento dos semanas antes del asesinato.
Además, reclaman una indemnización de 150.000 euros para cada uno de los dos hijos menores de la pareja -a los que el acusado llegó a decir en alguna ocasión que mataría a su madre si la veía con otro- y de 60.000 euros para su madre, ya que el padre ha fallecido durante los dos años transcurridos desde el crimen hasta el juicio.
Durante el juicio han asistido a las sesiones los tíos y hermanos de la víctima, una de las cuales -Juana Vargas Amaya- declaró como testigo para asegurar que su excuñado siempre trató a su hermana "como una mierda", testimonio que el jurado ha tenido en cuenta para considerar probado que durante los años de convivencia y tras la separación, el acusado "de manera reiterada y continua" sometió a la víctima a "malos tratos quebrantando su salud física y psíquica".
Sin embargo, hoy no han acudido a escuchar el veredicto aunque su abogada les ha comunicado el mismo tras la lectura y ha dicho a los periodistas que están satisfechos de que se haga justicia aunque nada les va a devolver a María del Castillo.
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