El flujo de rohinyás a Bangladesh que huyen de la violencia en la vecina Birmania (Myanmar) continúa a pesar del acuerdo alcanzado esta semana entre los dos países para que las autoridades birmanas detuvieran su llegada a territorio bangladesí, a donde han llegado más de 600.000 desde el pasado 25 de agosto.
"No veo que el flujo de rohinyás haya parado, normalmente entre 1.000 y 2.000 rohinyás entran en Bangladesh, y esa situación continúa", aseguró hoy a Efe el secretario del Ministerio bangladesí de Manejo de Desastres y Asistencia, Shah Kamal.
Kamal, sin embargo, evitó hacer cualquier comentario sobre el acuerdo con las autoridades birmanas.
El pasado martes, durante una visita del ministro de Interior bangladesí a Birmania, el Gobierno de Bangladesh afirmó que las autoridades birmanas habían aceptado "acabar con el flujo de ciudadanos de Birmania" huidos al otro lado de la frontera.
Un comandante de las fuerzas de seguridad fronterizas bangladesíes en Teknaf, Ariful Isalm, confirmó hoy a Efe que la llegada a Bangladesh de rohinyás prosigue sin variaciones a la situación previa al acuerdo con Birmania, con al menos "30 o 40" miembros de esta minoría que habían cruzado la frontera solo anoche.
"El flujo no ha parado (...) Incluso ni siquiera podemos decir que haya disminuido", dijo por su parte a Efe Zahid Hossain Siddique, representante gubernamental en la localidad suroriental de Teknaf, fronteriza con Birmania y vía de llegada de refugiados.
Según Siddique, "al menos 500 rohinyás" entraron al país ayer desde Birmania por tres puntos diferentes en la parte más meridional del país, sobre todo en Baharchara, que pisaron tierra tras llegar por mar en la Bahía de Bengala, precisó.
Un número de llegadas de "entre 500 y 700 rohinyás" que se ha repetido durante los últimos "cuatro o cinco días", explicó el representante del Gobierno en Teknaf.
"Tras el acuerdo no vemos cambios en el número de rohinyás que entran en Bangladesh", sentenció Siddique.
En su último informe de situación difundido ayer, el Grupo de Coordinación Intersectorial de la ONU cifró en 605.000 los rohinyás llegados a Bangladesh en los últimos dos meses, en el que no incluía a "aproximadamente 1.125" que habían llegado el día anterior y que no fueron contabilizados porque se hallaban "aún en tránsito".
La crisis de los rohinyás comenzó el pasado 25 de agosto, tras un ataque de un grupo insurgente de esta comunidad musulmana contra instalaciones policiales y militares en el estado birmano de Rakáin, en el oeste del país, una acción que fue respondida por el ejército con una campaña de represión que aún continúa.
Birmania no reconoce a los rohinyás como una comunidad del país y los considera bangladeshíes, mientras que Bangladesh, donde ya antes de esta crisis vivían unos 300.000 miembros de esta minoría, los ha tratado siempre como extranjeros.
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