Visos de entendimiento entre la hostelería y los ciudadanos en el Centro Histórico. Las terrazas deberán ocupar un espacio menor que la superficie del local. Es el núcleo fundamental de la nueva ordenanza de vía pública que ha tramitado el Ayuntamiento con la que se pretende favorecer la convivencia entre los vecinos del Centro y el sector de la hostelería así como favorecer la movilidad y accesibilidad en las calles.
Aún se tiene que aprobar, o no, esta propuesta en el pleno municipal de octubre pero ya ha sido ratificada por la junta de gobierno local. En ella, uno de los puntos más destacados de los recogidos es que las mesas y sillas del exterior de los negocios no podrán ocupar a partir de ahora más del 75 por ciento de la superficie del local al que corresponden. Límite que en la actualidad está al 100 por cien. Sobre las zonas de paso para los peatones , el nuevo texto fija que las terrazas situadas en la acera deberán dejar libre un espacio de dos metros, obligación que se eleva a tres metros en las calles peatonales, para permitir el paso de los vehículos de emergencia, y a cuatro metros en la zona de preferencia peatonal. Además, entre otros aspectos señalados, todo el mobiliario de la terraza deberá estar dotado de tacos de goma para reducir el ruido a la hora de recoger.
Si finalmente se aprueba la propuesta los titulares de las autorizaciones vigentes a la fecha de la entrada en vigor tendrán seis meses para que adapten sus instalaciones a las condiciones que establece el texto.
Desde el Consistorio explican que cuando se compruebe que “la instalación de una terraza sin licencia o excediendo de lo autorizado, impide o dificulta notablemente el uso común general o cualquier uso preferente, o existiere perturbación o peligro de perturbación de la seguridad o tranquilidad públicas, la Policía Local podrá ordenar la inmediata retirada de la terraza o de los elementos perturbadores o las actuaciones o correcciones que procedan”. Aunque rechazan un afán recaudatorio, las sanciones por incumplimientos están divididas en las categorías de leve, grave y muy graves, con multas de hasta 3.000 euros.
La concejala de Reactivación Económica, María del Mar Martín, presentó ayer esta propuesta de ordenanza y destacó que el objetivo es “buscar un equilibrio entre la actividad económica y comercial que se produce en la ciudad y el descanso vecinal al mismo tiempo que se garantice el descanso vecinal sin dejar atrás que estamos ante una ciudad turística con gran tránsito peatonal y que debe ser accesible”. Por su parte Jesús Sánchez, presidente de MAHOS, consideró que esto ha sido posible gracias a que todas las partes implicadas en las negociaciones “han dado su brazo a torcer” y apuntó que el sector hostelero “se ha demonizado y hay que adaptarse a los tiempos que corren”.
También desde la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, presidida por María José Valenzuela, valoran positivamente esta propuesta a que consideran que pueden favorecer la potenciación del comercio tradicional frente a la proliferación de negocios hosteleros al liberar su escaparates de obstáculos.
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