Andalucía

Cs eleva el listón y pide también mejoras en sanidad y educación

Exige que los fondos de Salud crezcan más del 4,5% y 250 millones para las aulas. La negociación del Presupuesto está en “su tramo final”, reconoce el Gobierno

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  • Susana Díaz, en San Telmo -
  • Marín no cede: sólo habrá apoyo con reforma del Impuesto de Sucesiones

Los terceros Presupuestos andaluces de la legislatura están en su decisiva fase de cocción. El lunes fue la propia presidenta, Susana Díaz, la que en una entrevista reconoció que “no falta mucho” para que la negociación con Ciudadanos los plasme por escrito y este martes fue su portavoz, Juan Carlos Blanco, el que añadió que el tira y afloja con la formación de Juan Marín está entrando en su decisivo “tramo final”.

El PSOE está mirando por sus intereses y es lógico. Nosotros estamos mirando por el interés de los andaluces para que el Impuesto de Sucesiones pase a la historia

Sobre la mesa de diálogo sobrevuela la trascendental decisión de aceptar en su totalidad o en parte el órdago de Cs de que no habrá apoyo en el Parlamento al proyecto de ley si el Impuesto de Sucesiones no pasa a mejor vida para las rentas medias elevando el listón exento en las herencias desde 250.000 euros al millón. Ahí se libra la gran batalla, aunque según fuentes del Ejecutivo autonómico la Junta habría asumido ya que tiene que empezar a dar por perdida esa guerra.

Que las cuentas que regirán los destinos de la Administración autonómica entran en el Parlamento con garantías depende, una vez más, de los ocho votos de Ciudadanos. La ecuación es exactamente la misma que en las dos ocasiones anteriores porque el PSOE no se ha entendido jamás, ni tiene intención de hacerlo, con el resto de fuerzas de la Cámara. La piedra angular de la negociación es para los de Albert Rivera el Impuesto de Sucesiones pero su líder, Juan Marín, comenzó a descubrir ayer nuevas cartas.

En la hoja de ruta que maneja desde hace semanas Susana Díaz aparecen ya nuevas exigencias. Ciudadanos desveló este martes que sus anheladas conquistas no sólo se alimentarían de rebajas fiscales, precisamente la acusación que vierten en su contra partidos como Podemos o IU cuando inciden en su condición de “ultraliberales”, sino que también quieren izar banderas sociales para presentarse ante el electorado como protectores de los pilares del Estado del Bienestar.

Marín ya arrancó concesiones al PSOE en esas parcelas en la negociación de hace justo un año y vuelve a jugar la baza. En el documento remitido al equipo negociador de Díaz figura la petición de que ésta se comprometa a elevar el presupuesto del sistema público de salud por encima del 4,5%. En educación se reclama también un refuerzo de la inversión de 250 millones. Hay más condiciones, entre ellas el cumplimiento de los compromisos adquiridos en materia de Atención Temprana, un terreno pantanoso para Cs porque en febrero de 2016 se granjeó la enemistad de buena parte de esos colectivos al cambiar a última hora el sentido de su voto en el Parlamento y conseguir que naufragara la proposición de ley de Podemos. Redoblar esfuerzos en la cobertura de las escuelas infantiles, recuperar el terreno perdido en los “saturados” juzgados o intensificar esfuerzos en obras e infraestructuras salpican también la lista de condiciones.

El vértice de la pirámide

Eso sí, el edificio de la negociación se derrumbará si Susana Díaz no apuntala el cimiento clave del Impuesto de Sucesiones. Marín intuye que su particular victoria está cerca, pero no la cantará en público hasta que lo vea por escrito y con el sello de la Consejería de Hacienda. De ahí que sentencie que ya todo “depende” de que el Gobierno andaluz mueva la ficha y acepte su exigencia, algo  “inamovible” para que la negociación fructifique. “El PSOE está mirando por sus intereses y es lógico. Nosotros estamos mirando por el interés de los andaluces para que este impuesto pase a la historia”, subrayó. La respuesta a sus peticiones estará antes de que venza septiembre.

Podemos y el pacto con “neoliberales”

Podemos remitió hace diez días una carta a Susana Díaz en la que le invitaba a negociar con ellos las cuentas públicas de 2018 en lugar de con Cs. Sabía de sobra que su petición sería más que ignorada, por eso este martes Carmen Lizárraga, portavoz adjunta del grupo parlamentario, lamentó que se “puede esperar poco” de la presidenta porque al final siempre prefiere pactar con los “neoliberales” de Ciudadanos.

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