El PP andaluz intuye que Ciudadanos, el partido con el que mantiene una particular pugna en el terreno del centro-derecha, está a punto de ganarle la partida histórica de la rebaja del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Lo hará si finalmente se impone la exigencia de Juan Marín de disparar el mínimo exento en las herencias de los 250.000 euros actuales al millón, lo que reduciría el pago prácticamente a las herencias vinculadas a considerables fortunas. La clase media se libraría del temido gravamen si triunfa en apenas semanas el cambio de cromos entre Cs y el PSOE: el primero aprueba los Presupuestos de Susana Díaz para 2018 y el segundo accede a acelerar una reforma de calado que, al fin y al cabo, la presidenta andaluza incluyó en su programa electoral y ratificó en su discurso de investidura por mucho que a la hora de cuadrar cuentas se resista a darlo por finiquitado.
Los populares asumen que el tiempo juega en su contra y se han lanzado casi a la desesperada al contraataque. La semana pasada presentaron una campaña con el elocuente título de #Quenotecuentencuentos y el domingo su portavoz, Elías Bendodo, clamó en voz alta contra el “robo sistemático” que a su juicio practica la Junta contra miles de andaluces cuando mueren sus familiares. Este lunes el presidente del partido, Juanma Moreno, redobló la apuesta. Insistió en que la fórmula más adecuada para enterrar la “injusticia” del impuesto no es elevar el mínimo exento de tributación, sino bonificarlo al 99%, pero añadiendo una novedad: que bajo el paraguas de las exenciones queden también sobrinos y nietos de los fallecidos o donantes, figuras ajenas al primer grado de consanguinidad y que ahora están obligados a pasar por caja soportando el tramo más alto.
“Hay nietos que no pueden asumir el pago de una herencia que es de la familia”, relató Moreno durante una entrevista concedida a Canal Sur. La medida que el PP-A coloca sobre la mesa sigue la senda del proyecto anunciado por el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que ya aplica la bonificación del 99% y que según ha adelantado Cristina Cifuentes contempla extender los beneficios a sobrinos y nietos de quienes leguen herencias. No por casualidad esa comunidad suele ser para los populares andaluces el espejo en el que mirarse cuando sale a relucir el debate sobre la carga del impuesto en el bolsillo de los andaluces. El PP-A llegó incluso a manejar cifras, negadas por la Junta, de miles de ciudadanos que habrían mudado su residencia a Madrid para regatear el pago del gravamen.
Oídos sordos a la oferta
El líder del PP andaluz recuperó este lunes el discurso de la colaboración. Volvió a plantear que no negaría su apoyo a los Presupuestos que ultima la Consejería de Hacienda si Susana Díaz accede a dar el tajo que él propone al polémico Impuesto de Sucesiones y también aplica otra rebaja de al menos un punto en el tramo autonómico del IRPF.
A tenor de lo escuchado de boca del portavoz del Gobierno andaluz y de la cúpula el PSOE andaluz el terreno no está precisamente arado para un acuerdo con el PP. Juan Carlos Blanco, la voz del Ejecutivo autonómico desde la remodelación de junio, ratificó que lo que sí está “cerca” es el acuerdo con Ciudadanos. El secretario de Organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, se sumó a la ola de optimismo y de paso reprochó a Moreno el “tremendo carajal” en el que a su juicio está sumido el PP-A con sus múltiples ofertas para rebajar Sucesiones. Como ejemplo Galicia, donde no se aplica la bonificación del 99% sino exenciones.
Manifestación en San Telmo el día 7
La asociación STOP Impuesto de Sucesiones lidera las protestas ciudadanas en Andalucía. Tras varias movilizaciones quiere hacer oír de nuevo su voz el próximo sábado 7 de octubre. Será en Sevilla a partir de las 12:00 en la céntrica Plaza Nueva, desde donde arrancará la marcha que finalizará frente al Palacio de San Telmo, sede de la Junta. Se convoca contra lo que creen que es un “impuesto injusto y contrario a la Constitución”.
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