Ali Afarkhane, presunto yihadista de nacionalidad marroquí que trató de llegar a Siria para incorporarse a las filas del Estado Islámico, ha aceptado este lunes, en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Nacional, la pena de cuatro años de prisión así como su expulsión del territorio español una vez cumpla 26 meses.
Afarkhane ha reconocido los hechos de los que se le acusaba y se ha mostrado arrepentido por todo ello, según ha dicho en respuesta a las preguntas del fiscal encargado del caso, Miguel Ángel Carballo. Por ello, la pena de cárcel se le ha reducido de siete años que pedía inicialmente el Ministerio Público a cuatro, de los que deberá cumplir al menos 26 meses.
El acusado vivía en Padilla de Abajo, un pueblo de Burgos, donde dedicaba gran parte del tiempo a navegar por internet a través de su teléfono móvil, y así comenzó a consumir material propagandístico yihadista que culminó en un proceso de radicalización y en su integración en el Estado Islámico.
4.500 KILÓMETROS HASTA TURQUÍA
Afarkhane ha admitido que, pese a carecer de recursos económicos, se desplazó a Santander y desde allí tomó un autobús con el que inició un viaje de 4.500 kilómetros que le llevaría hasta Gaziantep (Turquía), atravesando Rumanía y Bulgaria. Gaziantep es uno de los puntos de paso donde la organización terrorista organiza el tránsito hacia Siria y referencia dentro de una de las rutas que siguen las personas que pretenden incorporarse al Estado Islámico.
Además de los indicios que obran en el sumario procedentes de intervenciones telefónicas, los movimientos bancarios de la cuenta de Afarkhane revelaron cómo su saldo se iba agotando hasta quedarse sin fondos en Turquía días antes de producirse un atentado del Estado Islámico contra una comisaría local tras el cual resultó detenido. Ello descarta la motivación turística que adujo ante los agentes turcos.
A su llegada a España, dijo que había estado de turismo en Estambul --que se encuentra a unos 1.000 kilómetros de Gaziantep--. A sus íntimos les comentó además a su regreso que tenía intención de desplazarse a zona de combate en Siria, tal y como revelaron las conversaciones intervenidas, y en su móvil se encontró una herramienta informática apta para piratear redes de wifi, que utilizaba "para su adoctrinamiento y para la difusión de contenidos enaltecedores del Estado Islámico".
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