El tiempo se agota sin remisión para el Racing Club Portuense y su intención de normalizar su existencia institucional. A una semana para que dé comienzo la competición y con rival ya en el calendario (Juventud Jerez Industrial el domingo 24 de septiembre en La Juventud), las opciones de renacer esta temporada se diluyen.
O al menos éstas se van agotando según pasan las horas y los días en cuanto a la claridad necesaria para hacer calibrar su sosiego.
Un grupo de racinguistas en un arranque de sentimentalismo, han soñado con reactivarlo, negociando las condiciones de recuperarlo sin que hasta la fecha haya sonreído la suerte. La resurrección deberá esperar por más interés y por más opciones que se hayan barajado.
Sus cuatro años sin competir han recordado en el desempolvamiento de su complicada realidad que su futuro no lo controla, como tampoco su presente, por lo que o mucho cambia de la noche a la mañana la situación actual o al menos esta temporada el Racing Portuense se le pudiera complicar saltar a los terrenos de juegos para competir otra vez.
La disyuntiva es obvia y ni los casi 90 años de existencia, que cumplirá el próximo año, ni su peso social ni deportivo hacen decantar una máxima de cumplir escrupulosamente con la ley y con los dictámenes judiciales que marcan su encorsetamiento.
Por más que se incida, el Racing Portuense debe hacer frente a unas obligaciones mínimas que desaten su judicialización y recobre su libertad de actuación para decidir su propio destino.
Y en ello se encuentra, abonar lo adeudado y hacer como suyas unas cantidades pasadas que deben ser saldadas más pronto que tarde. Una deuda menor, sin duda alguna, de las que le llevaron a su ruina, pero cruciales a tenor de sortear el enésimo obstáculo. 48.000 euros le cuestan al Racing tener su ansiada libertad.
Unos números que vuelven a ser los que marcan su enrevesada situación extradeportiva. Dejar vacía la subasta pública realizada semanas atrás ha expuesto unas intenciones claras con el firme propósito de hallar otro escenario, bien diferente pero a la vez más complejo, dado que todo está ahora como al principio: en manos judiciales.
La sociedad, en forma de junta gestora, expone recuperar los designios de éste. Su lucha en los despachos, encallado y enrocado, no comprometerse a subsanar y a asumir unas obligaciones, puede llegar a éste a perder su posicionamiento actual.
Tal y como indicábamos fechas pasadas, la reactivación pasa por controlar la dirección del club, así como hacerse con un compromiso oficial del estadio José del Cuvillo, hoy por hoy en manos del Ayuntamiento y con unas reformas costosas y casi inasumibles por parte municipal.
Todo paralizado
Con un calendario bajo el brazo, la campaña de abonados y socios está en stand by, eso sí, la Ciudad Deportiva Rafael Sánchez sería el lugar para acoger los encuentros a disputar. Todo en el aire.
Antonio Flor, el hombre para todo
Al margen institucional, la plantilla continúa con los entrenamientos previos al comienzo de la Liga con los diferentes entrenamientos que se suceden. Antonio Flor, el que se erigió en portavoz de la junta gestora semanas atrás, se va a convertir en el entrenador que comande el plantel de cara a la venidera temporada.
Ex jugador y entrenador en varias etapas racinguistas es el elegido para dirigir una plantilla de 20 jugadores con caras conocidas de la afición. El Racing debutará ante su público años después ante el Estrella Portuense en el derbi de El Puerto el 1 de octubre.
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