El Puerto en verano siempre se ha caracterizado por la playa, los buenos ratos en los chiringuitos, los bares, los hoteles, el deporte náutico, los pubs, las terrazas al aire libre, los turistas, los veraneantes… y un sinfín de recuerdos que, me hacen creer que el alcalde socialista de esta ciudad, conseguirá convertirlos en recuerdos.
Este 2017 está siendo marcado por una suciedad impresionante y por el caos circulatorio que reina en la ciudad, es una locura atreverse a entrar en El Puerto, porque puedes terminar con tu día de ocio y disfrute, ya que tan solo montarte en el coche comienzan los desvíos, las imposibilidades para llegar a los sitios, las colas y el auténtico caos.
Soy de Sevilla, pero llevo viniendo a El Puerto más de 30 años, los veranos de mis niños han tenido como recuerdo siempre esta ciudad, y este 2017 me atrevo a escribir porque es el primero que pretendía disfrutar con mi primer nieto, algo que se me está haciendo completamente imposible.
El más pequeño de la familia que comienza a dar sus primeros pasos, ve coartada su libertad que se está ganando a pulso a la hora de comenzar a andar, ya que no podemos permitirle que se caiga en las calles del centro de El Puerto, si lo hiciese caería encima de excrementos de perros, vómitos, colillas, suciedad en general que destaca por encima de todo lo demás en el centro de la ciudad, cuando bajamos por la noche a tomar algo.
Resulta curioso, que he estado ya en varias ocasiones en la Concejalía de Turismo, para intentar hablar con el concejal de dicho área, y me ha sido imposible. La últimas de las veces en las que he ido, pregunté si me podían decir el nombre del edil para así ponerme en contacto con él por otra vía, pero cuál ha sido mi sorpresa al descubrir que el mismísimo señor alcalde es a la vez concejal de Turismo.
Es decir no es cuestión de que en el equipo de gobierno de la ciudad exista un concejal un poco dejado al que el alcalde deba ponerle las pilas, el problema radica en el propio Alcalde de la ciudad, que trata el municipio al que representa sin consideración alguna, ya que es él quien debe mirar porque El Puerto se vista de gala para recibir a la gente que venimos de fuera.
Sin duda he podido comprobar en estos años que he visitado esta preciosa ciudad, que vive casi al 70% del turismo veraniego, al que considero hay que cuidar, mimar y tener en cuenta, ya que comerciantes, hosteleros, hoteleros…. En general muchas familias de la localidad viven gracias a los visitantes.
Es por esto que desde estas líneas quiero trasladarle al señor alcalde, que debería haber tenido un poco más de consideración quizás para con sus ciudadanos, la obra del Parking de Pozo Dulces, es una auténtica locura hacerla en pleno verano. Bajo mi humilde punto de vista debería haber esperado hasta septiembre para levantar la entrada principal al centro de la ciudad, ya que la imagen que todo visitante se lleva este año no puede ser más bochornosa y lo peor, nos ahuyenta de ir a la ribera por miedo a las larguísimas colas.
Probablemente tenga alguna explicación de político barato, o a lo mejor si la hubiese empezado en septiembre no le hubiese dado tiempo de tenerla acabada en 2019 y así intentar salir reelegido alcalde, pero desde luego este alcalde, ha conseguido convertir El Puerto en un verdadero despropósito, un Consistorio que ha conseguido ser el mayor creador de problemas para los de aquí y los que venimos de otras partes de España a la otrora bella ciudad de El Puerto, y que ahora es un espanta turistas y una institución que parece querer fastidiar a la gente que vive aquí uno o doce meses al año.
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