La Alhambra de Granada ultima la primera fase de intervención integral en el Patio de los Leones, el más conocido del recinto monumental más visitado de España, y prevé concluir antes de final de año la restauración de la cúpula del templete oriental y de las pinturas de la Sala de los Reyes.
El director de Patronato público que gestiona el conjunto patrimonial, Reynaldo Fernández, ha informado a Efe de que se va a seguir interviniendo en el patio en los próximos años y que se hará un esfuerzo por compatibilizar la visita pública con su conservación y restauración.
"El Patio de los Leones seguirá abierto por obras", ha asegurado Fernández, quien ha anunciado que las próximas actuaciones se centrarán en el resto de las cubiertas de los Palacios Nazaríes y en las columnas que rodean este emblemático espacio.
En los próximos meses concluirán además los trabajos de reintegración volumétrica y cromática de las pinturas sobre cuero de la Sala de los Reyes y, posteriormente, se restaurarán los zócalos de yeserías y cerámica.
Una de las últimas actuaciones que mantiene andamios en el Patio de los Leones, en esta primera fase de intervención integral, es la restauración de la cúpula del templete este, que dirige la jefa del Taller de Madera Policromada del Patronato, María José Domene.
Se trata de la restauración completa de la armadura del templete oriental, en forma de cúpula y del que solamente hay otro en la Alhambra, uno que hay en frente en el mismo patio.
Domene ha explicado que, con esta actuación, han desmontado cerca de 700 tableros policromados y originales, datados en torno al año 1380 (época de Muhammad V), que ha sido llevados al taller para su restauración y luego devueltos a su lugar.
Los trabajos se centran estos días en el friso, que queda por tratar y barnizar, y en el acople de las últimas piezas.
La intervención, que arrancó en octubre de 2015, se sirve de métodos tradicionales para asentar el color de las piezas, con el uso de cola de conejo, miel y fungicida para evitar que se pudran, combinados con otros métodos más modernos.
La restauradora ha explicado a Efe que, coloquialmente, han decidido llamar a la zona de intervención "el techo de las marcas", dado que, al levantar los tableros, se han encontrado gran cantidad de marcas, probablemente de las herramientas utilizadas y sobre las que hasta ahora no se tenía información.
Dibujos vegetales, formas geométricas, siluetas y trazados ornamentales han sido algunos de los hallazgos encontrados en esta intervención, que desvelan además el modo de trabajo de los artesanos nazaríes y las técnicas de decoración empleadas.
En 1859 la cubierta del pabellón oriental fue sustituida por una cúpula esférica de cerámica vidriada y en 1934 Leopoldo Torres Balbás la desmontó para rehacerla.
La cúpula en la que se actúa tiene un diámetro de 3,30 metros y está resuelta con estrellas de ocho y once puntas, consta de taujeles, tallados y policromados, insertados entre sí mediante una trama de lacería, y el conjunto está rematado por un friso con tocadura tallado.
El proceso de restauración, que es documentado de forma fotográfica y planimétrica, ha incluido la limpieza química-mecánica de la madera, sentado con colas orgánicas de la capa de color, clavado de las piezas sueltas, restitución con madera nueva de las que faltan, reintegración cromática y protección final.
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