En Andalucía se han producido cuatro ahogamientos de menores en espacios acuáticos en el primer semestre del año 2017, según los datos de ahogamientos de menores recogidos por la Escuela Segoviana de Socorrismo y por la empresa Abrisud.
La comunidad andaluza es en la que más decesos de este tipo de han producido seguida por Cataluña y Comunidad Valenciana con tres. En total en España se han producido 16 lo que supone un incremento del 60 por ciento respecto a los 10 fallecimientos ocurridos el año pasado en estas fechas.
Los cuatro sucesos ocurridos en la comunidad andaluza en los primeros seis meses de este año se distribuyen en la provincia de Málaga, Córdoba y Granada, donde se produjeron dos accidentes de este tipo, el primero en abril, cuando un niño de tres años falleció en una alberca situada en la inmediaciones de la Cuesta Cantalobos, en un espacio rural conocido como Río Seco del municipio granadino de Almuñécar.
El segundo suceso que se produjo en Granada este año tuvo lugar en mayo en un cortijo del paraje de Los Cigarrones, en el municipio de Órgiva, donde un menor de cuatro años falleció ahogado después de caer a una alberca.
También en mayo un niño de tres años falleció en Málaga después de que fuera rescatado tras caerse en una piscina privada de La Cala del Moral, en Rincón de la Victoria.
El último suceso de este tipo en la región andaluza tuvo lugar en la provincia de Córdoba y en el mes de junio, cuando un niño de cuatro años falleció en una piscina del municipio cordobés de Fuente de Palmera. Los efectivos de la Guardia Civil que acudieron hasta el lugar del suceso intentaron reanimarle sin éxito tras aparecer este en una piscina en estado inconsciente.
EN LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS, 28
Además, el informe arroja la cifra de 119 ahogamientos producidos en entornos acuáticos en los últimos cinco años. Andalucía también ha sido aquí la comunidad más afectada con 28 decesos, seguida por Cataluña con 20 y Comunidad Valenciana con 18 fallecimientos. Además, se han contabilizado 380 incidentes que implican a víctimas menores de 18 años.
Si tenemos en cuenta los últimos cinco años, Málaga es la provincia donde se han producido más ahogamientos de menores con ocho casos y detrás Sevilla con cinco. Jaén, Huelva, Córdoba y Cádiz contabilizan tres sucesos cada una, Granada dos y Almería uno.
Cuando se analiza la distribución por edades, observa que entre los dos y cuatro años hay un aumento en los incidentes con los menores. Las causas pueden estar en la progresiva adquisición de autonomía motora de los niños, que amplían su radio de acción y libertad de movimientos y también en que precisamente por ese motivo los adultos relajan la supervisión cercana. Cuando hay un medio con agua, la supervisión adulta cercana y constante es esencial para evitar y detectar una situación de ahogamiento.
El segundo factor que influye es la falta de protección (vallado o cubiertas de piscinas domésticas; protección de pozos y estanques, etc.), lo que hace accesible el agua a los niños, curiosos por naturaleza y universalmente atraídos por el agua.
Sin embargo, cuando analizamos los ahogamientos mortales, observamos que hay diferencias en los patrones entre niños y niñas, especialmente hasta los diez años de edad. Mientras que el porcentaje de niñas fallecidas por ahogamiento se mantiene más o menos en una curva estable, en los niños hay variaciones y las ondulaciones son mucho más pronunciadas en las edades más tempranas y en la adolescencia. Posiblemente, las diferencias conductuales pueden estar detrás de los distintos patrones de ahogamiento entre niños y niñas.
SEGÚN LA LOCALIZACIÓN
Las piscinas domésticas son la ubicación donde se produce un mayor número de ahogamientos, prácticamente a la par con las playas con servicio de socorrismo. En las piscinas domésticas el cien por cien de los incidentes lo son por falta de supervisión adulta y de protección de la piscina y que en las playas vigiladas el mayor número de incidentes se produce también por la falta de supervisión adulta.
Mientras que otros entornos suponen apenas el 20 por ciento de los incidentes, en piscinas y entornos naturales ocurren el 80 por ciento restantes, más de la mitad de ellos en piscinas domésticas sin vigilancia.
La principal causa de los incidentes es la caída accidental al agua, especialmente en los más pequeños, que pueden acceder a piscinas o lugares con agua por falta de vigilancia o protección de acceso. España es uno de los siete países europeos que obliga al vallado de las piscinas comunitarias. Las piscinas privadas en España, a diferencia de Italia, Noruega, Bulgaria o Francia, no tienen esta misma obligación.
"La entrada en vigor de la Ley Raffarin en Francia, en el año 2003, que imponía la obligación de incluir medidas de seguridad activa como vallas, cubiertas o alarmas en las piscinas públicas y privadas ha supuesto una disminución de fallecidos por ahogamientos del 75 por ciento" explica el director de la empresa Abrisud, Fabrice Villa. Las condiciones del medio acuático (corrientes de resaca, oleaje, etc.) es la segunda causa más importante que origina que se produzca un incidente de ahogamiento en niños, generalmente en edades más avanzadas.
REANIMACIÓN
Según la literatura médica los dos factores con mayor influencia en el pronóstico de un incidente de ahogamiento son el tiempo que la víctima permanece sin respirar y la rapidez con que se la extrae del agua y se comienza la RCP (Reanimación Cardio Pulmonar)
El hecho que adultos y personas al cuidado de los niños conozcan y puedan hacer una RCP temprana es el factor más determinante en el pronóstico de los niños ahogados. A menudo, las personas presentes en la escena del suceso no saben hacer una RCP, demorándose la asistencia hasta la llegada de una persona adiestrada (policía, ciudadano, etc.) o del servicio de emergencias médicas (SEM).
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