Arcos

El Arcos sufre en carne propia la crueldad extrema del fútbol

Cae en la vuelta con goles de Cristo y Francesc y se queda fuera. Las bajas y ausencias mermaron el potencial de los blancos

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  • El Arcos C.F. deja de jugar la promoción de ascenso. -

ARCOS C.F.                   0
ONTINYENT C.F.           2

Arcos: Fran, Nano, Gabi, Adri, David Feito; Casillas (Orihuela, 74’), Melo, Jacobo, Maqui (Espada, 79’), ZafrA y Canty (Juan Gómez, 66’).

Ontinyent: Raúl Poveda, Paco Sáez, Ángel Ortega, Róber Sierra, Edu Mesas (Kikín, 64’), Víctor Fuentes (Chato, 80’), Juanan, Doménech, Abengózar, Rafeta (Francesc, 46’) y Cristo.
Goles: 0-1 Cristo (56'). 0-2 Francesc (75').

Árbitro: David Eduardo Sevilla Lérida (Castellano-manchego). Amonestó a  David Feito y Casillas por el bando local y a Edu Mesas, Francesc Raúl Poveda, por el visitante.

Incidencias: Partido de vuelta de la promociñon de ascenso a Segunda B. Estadio Antonio Barbadillo. Unas 2.000 personas de asistencia. Se guardó un minuto de silencio por los fallecimientos de Antonio Jesús Moreno Rojas “Lico” y de la niña de ocho años Noelia Bernal Gordillo.

El Arcos no consiguió superar la segunda ronda de la fase de ascenso a Segunda B al caer derrotado en su estadio ante el Ontinyent por cero a dos en el partido de vuelta celebrado en Arcos. El conjunto de José Herrera había logrado vencer en el encuentro de ida por un gol a dos en tierras levantinas pero los valencianos voltearon la eliminatoria en una gran segunda mitad, en la que consiguieron los dos tantos que les daban el pasaporte para la final de la promoción, en donde tendrán que verse las caras con el filial del Alavés. Aunque después de ver lo ocurrido en el primer periodo daba la impresión de que el Arcos tenía controlada la situación, la salida al terreno de juego de Francesc en la punta de ataque acompañando a Alberto Abengózar alteró el orden defensivo local. La posterior lesión de Casillas en el cuadro arcense terminó por debilitar el dique de contención en el centro del campo de los del Barbadillo, que cedieron en la parcela ancha ante la acumulación de efectivos en esta zona del campo por parte visitante y se vieron superados en una contra letal que culminó Cristo con el tanto que abría la cuenta goleadora para los de la Vall d’Albaida. A partir de ahí, el Arcos no supo gestionar la ventaja que tenía en la eliminatoria y los nervios y la inseguridad comenzaron a hacer mella en los blancos, que sucumbieron al segundo tanto visitante marcado por Francesc en el minuto 75, una losa que los arcenses no pudieron superar. Las ausencias de Oca, Zúñiga y Antonio Sánchez y el precario estado físico de algunos jugadores en la escuadra gaditana, como Maqui o Gabi, fueron una rémora que los de Herrera no pudieron esquivar para meterse en la tercera y última ronda de la promoción.

El Arcos dominó a su rival durante los dos primeros tercios del envite, pero se derrumbó física y anímicamente taras encajar el primer tanto. En esos momentos cruciales, el míster local dio entrada en el campo a Juan Gómez por Canty (min. 66) y a Orihuela por Casillas (min. 74). El veterano jugador de Prado del Rey fue el armazón defensivo sobre el que se sostuvo su equipo durante el tiempo que permaneció en el terreno de juego y al minuto de abandonar su puesto el delantero Francesc hacía el definitivo tanto que dejaba fuera de la competición a los blancos. La posterior entrada de Espada por un agotado Maqui tampoco aportó el mordiente atacante que necesitaba el Arcos para salvar la eliminatoria. Ni siquiera en las faltas o en los lanzamientos de esquina estuvieron afortunados los jugadores arcenses en el tramo final de la contienda y los balones se perdían incomprensiblemente lejos de la portería defendida por Raúl Poveda.
Por su parte, el conjunto de Miguel Ángel Mullor, que no se presentó a la rueda de prensa posterior al choque, pasó de ser un equipo sin apenas presencia en el terreno de juego durante la primera mitad, en la que estuvo a merced del Arcos, a asentarse en el campo en la segunda parte gracias a un fútbol directo y de segundas jugadas y muy fuerte y compacto en todas sus líneas, que les puso las cosas muy difíciles a los blancos a pesar de que parecía que había entregado la cuchara en los primeros 45 minutos de la contienda. El mérito de los blanquinegros radicó en saber aguantar las embestidas de un Arcos demasiado alegre, que no tomó la debidas precauciones para mantener su portería a cero y hacer buena su victoria a domicilio de la ida, para luego asestar el golpe del primer gol en una contra culminada por su delantero Cristo, intercambiando los papeles del guion del partido, en el que los arcenses fueron de principio a fin a por la victoria cuando no les hacía falta arriesgar tanto debido a la ventaja adquirida en Onteniente.

La eliminación del Arcos en su propio feudo fue un drama que los seguidores locales asumieron con resignación y deportividad y al final del partido el público asistente al Antonio Barbadillo premió al cuerpo técnico y a la plantilla con un prolongado aplauso mientras que la mayoría de los componentes del plantel blanco lloraban sobre el terreno de juego impactados por la eliminación en un choque que tuvieron a su alcance pero que se decantó por el equipo que demostró más experiencia y frialdad en los momentos culminantes de la eliminatoria, instantes que se vivieron en el último tercio del partido, con un Arcos exhausto y agotado por el sobreesfuerzo y destrozado por las ausencias de sus jugadores más determinantes.

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