El conflicto de la estiba afronta otra semana clave, ya que el martes vuelven a la mesa de negociación los sindicatos y la patronal Anesco y, si no logran desbloquear la situación, está convocada una huelga ininterrumpida de 48 horas a partir del miércoles.
La primera semana de huelga, que constó de tres jornadas de paros intermitentes -lunes, miércoles y viernes-, en las que se trabajó en las horas pares, se saldó con unas pérdidas de más de 36 millones de euros, según los cálculos del Ministerio de Fomento, y con la decisión de la naviera danesa Maersk, la mayor del mundo, de desviar a Tánger (Marruecos) parte del tráfico del puerto de Algeciras (Cádiz).
El seguimiento de los tres días de huelga fue cercano al cien por cien, lo que muestra la capacidad de movilización de los sindicatos de estibadores, y no se registraron incidentes de relevancia y se cumplieron los servicios mínimos fijados por Fomento.
El respeto a los servicios mínimos y la normalidad en el ritmo de trabajo en las horas pares se tradujo, según Puertos del Estado, en una actividad creciente en los puertos a lo largo de la semana a medida que los operadores se iban sintiendo más confiados.
Sin embargo, si no hay acercamiento en la reunión del martes, la protesta se intensificará, ya que para el miércoles y el jueves está convocada una huelga ininterrumpida de 48 horas.
También están previstos paros intermitentes, como los que se desarrollaron la pasada semana, los días 19, 21 y 23 de junio.
Según el Ministerio de Fomento, la primera semana de huelga generó unas pérdidas superiores a los 36 millones de euros, unos 12 millones por cada jornada.
De esos 12 millones, 2,5 millones correspondieron al transporte terrestre -tanto viario como ferroviario-, 5 millones a las compañías estibadoras y el resto se repartió entre remolcadores, prácticos, licenciatarios de servicios comerciales y operadores logísticos.
A esas pérdidas habría que sumarles, según Fomento, el incremento de los costes que supuso para los cargadores el recurso a cadenas logísticas alternativas.
El departamento que encabeza Íñigo de la Serna ha destacado estos días el "coste reputacional" de la huelga para los puertos españoles en un sector en el que la confianza de los transportistas es clave.
Maersk, por ejemplo, ha desviado su buque triple E Madrid -uno de los portacontenedores más grandes del mundo- del puerto de Algeciras al de Tánger en su viaje inaugural.
Desde que comenzó la huelga, Maersk ha desviado quince buques desde el puerto gaditano, el de mayor trafico de España.
Además, según Fomento, la naviera danesa ha desviado definitivamente a Tánger 150.000 movimientos anuales.
Con esta decisión, el puerto de Algeciras se quedará finalmente con medio millón de movimiento menos de los que tenía previstos, ya que hay que sumar la rebaja en las previsiones de crecimiento previas a la huelga.
En el puerto de Algeciras se registran cada año 3,17 millones de movimientos, de los que 2,4 millones corresponden a Maersk.
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