El hallazgo del cadáver se produjo sobre las 19,00 horas del pasado 8 de julio, cuando un vecino de la zona se dirigía hacia su parcela para regar sus hortalizas y lo vio en el fondo de un barranco de unos 15 metros de profundidad y en avanzado estado de descomposición.
Este particular avisó a la Guardia Civil de Órgiva, que tras confirmar la presencia del cadáver puso los hechos en conocimiento del juez de guardia.
El equipo de Policía Judicial de Órgiva y la forense comprobaron que el cadáver no presentaba signos de violencia ni defensivos, y que la muerte pudo producirse por una caída.
El cuerpo sin vida de este hombre fue levantado a las 21,15 horas del pasado miércoles y trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal de Granada para que le realizaran la autopsia y para su identificación definitiva.
El hombre iba indocumentado, aunque sí llevaba encima una agenda en la que figuraba un número de teléfono que era el mismo que aparecía en la denuncia por desaparición que habían presentado en el puesto de Almuñécar días antes.
Los agentes de Policía Judicial se pusieron en contacto con su mujer y supieron por ella que el hombre había desaparecido el pasado día 1 de julio, y que su desaparición la había denunciado ante la Guardia Civil de Almuñécar el día 6.
La Guardia Civil de Órgiva hizo fotos a las ropas y a las gafas graduadas que llevaba el cadáver, las envió a la Guardia Civil de Almuñécar y la denunciante corroboró que eran las mismas que llevaba puestas su marido cuando desapareció.
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