La puesta en funcionamiento del Tranvía Metropolitano de la Bahía de Cádiz se retrasa hasta el año que viene debido a las pruebas que tiene que realizar en las vías de Renfe, según declaraciones del delegado del Gobierno en Cádiz, Fernando López Gil, en rueda de prensa y a preguntas de los periodistas. No obstante es de señalar un matiz que se observa en la grabación de video y es que López Gil responde de forma mecánica a una fecha que le indica el periodista, 2018, cuando los plazos que ha estado barajando en su exposición son para este año 2017.
El delegado del Gobierno de la Junta habla de terminar el salto del carnero en los primeros meses del verano, junio o julio y entonces comenzar las pruebas dinámicas en las vías de ADIF, refiriéndose a la comercialización de billetes después del verano. De este verano.
Tras las pruebas dináminas que se supone que se están llevando a cabo entre Chiclana y San Fernando, el tren tendría que homologar su funcionamiento por la vía convencional de ADIF que es la que usa Renfe y que según el delegado del Gobierno en Cádiz -aunque ya no tiene ninuna credibilidad sobre el asunto- será la operadora aunque no hay nada firmado.
De hecho, el tranvia, que es un prototipo híbrido entre tranvía y tren, tiene que homologar hasta al conductor, segun las aclaraciones de López Gil.
Dado que ya ni el mismo delegado del Gobierno de la Junta está seguro de los plazos "porque siempre puede ocurrir algo" y puestas sobre las mesa tantas pruebas pendientes y tantos contratos que firmar, no sólo apalabrar, la fecha de 2018 podría ser la más exacta, aunque si como dice el delegado -posiblemente por equivocación- el tranvía funcionara "después del verano de 2018", ya no sería un ridiculo sino un auténtico mamarracho. Que podría darse.
Ello supone que la calle Real de San Fernando va a seguir un año más en el limbo en cuanto a su uso, independientemente de que ahí también quedan flecos administrativos de envergadura, como el hecho de que la plataforma tranviaria sea del Estado, no haya sido cedida oficialmente a la Junta, por lo que el tranvía se ha construido en un suelo ajeno y sin los permisos en regla y tampoco es seguro que finalmente supere las pruebas dináminas en las vías de ADIF. Porque al final se trata de una homologación que se consigue o no se consigue tratándose de un prototipo.
Lo peor de todo es que López Gil estaba en realidad en una ruedad de prensa sobre agricultura con el delegado territorial del ramo y fueron los periodistas los que preguntaron. Si no la ciudadanía seguiría en el engaño de que el tranvía comenzaría a circular este verano hasta Cádiz como el propio López Gil aninció a finales del año pasado. No dijo nada de homologar a los delegados del Gobierno de la Junta por razones obvias.
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