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Jerez

El centro de Jerez tiene un plan

El plan para el centro tiene que ser mucho más ambicioso, debe ser un plan que contemple el proyecto de la ciudad del futuro

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  • Centro de Jerez -

El plan de reordenación del tráfico, de hacer un centro histórico semipeatonal donde en calles como San Juan, Juana de Dios Lacoste, Santa María de Gracia o Carmen el peatón sea el dueño del asfalto y no tenga que ir parándose para dejarse paso a los coches, ya se ha puesto en marcha, ya está diseñado y busca el consenso de vecinos y de comerciantes.

Sería el primer paso para que, definitivamente, el centro de Jerez tenga un plan, un plan que tiene y debe ser mucho más ambicioso, un plan que debe tener proyección de proyecto de ciudad. Una ciudad que debe mirarse sobre todo, y por encima de todo, en su centro, después de aquella expansión urbanística desorbitada que sufrió a finales y comienzos del siglo pasado y del presente. Llevar Jerez a la periferia trajo como consecuencia un desarraigo con el Jerez de siempre, se dejaron perder las casas de vecinos, los patios, las propias casas y se llegaron a perder del orden de diez mil habitantes. Y ahí es donde debe estar el reto del futuro Jerez, en recuperar esos diez mil habitantes que se perdieron en su día y que le daban calor y color a esos barrios intramuros que son la historia viva de un Jerez que no puede permanecer impasible cuando ve que su historia se deteriora, que su historia se pierde entre casas deshabitadas y en ruinas.

Sé que la reconstrucción de ese centro que un día se dejó caer no va a ser cuestión de unos años, será un tema recurrente durante muchos años, pero hay que apostar decididamente por ello. Sin centro, sin intramuros, Jerez no tendría historia y esa historia hay que recuperarla para el jerezano y hay que intentar que el jerezano vuelva a vivir en el centro, que se sienta cómodo en el centro, que el centro sea ese gran patio de antaño donde hombres y mujeres, niñas y niños disfrutaban, hablaban, corrían y saltaban. Ese centro donde lo comercial se debe unir al ocio, donde deben convivir, sin hacerse daño, los establecimientos de restauración y los vecinos, donde el ruido lo deben proporcionar los niños y las niñas y no los coches, con el respeto debido a los vecinos de la zona que tienen el derecho a aparcar y a circular sus coches por sus calles. El centro tiene plan. Que sea para bien.

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