Es complicado acabar una liga en puestos lejos de peligro cuando durante toda la temporada no se ha conseguido ganar un solo partido fuera de casa. Las matemáticas son como son, y mucho más si en los encuentros locales se empata o se pierden muchos de ellos. El caso es que el Real Jaén se encuentra con un pie en la Tercera División a falta de tres jornadas para que finalice la Liga. Sin embargo, hay que tener fe aún en el equipo y apoyar más que nunca para que uno de los clubes históricos de este país no baje de categoría. Quedan tres partidos, dos de ellos en casa y nueve puntos en juego. El primero y crucial, tras la derrota con un rival directo ayer, como es el Atlético Sanluqueño, será el Extremadura, que vendrá a La Victoria a jugarse su permanencia, ya que ayer quedó un puesto por encima del descenso directo y del Real Jaén. Los otros dos partidos serán con el Villanovense, que lucha por mantenerse en el play-off de ascenso, en su casa, y con el Jumilla, que no se juega nada, de nuevo aquí. Por lo tanto, aunque la situación es muy complicada, aún no hay nada perdido y no sería mal momento para que la afición jienense, esa que llena el campo cuando todo va bien, empujara el próximo domingo al equipo hacia la victoria.
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