Jesús mira al cielo pidiendo clemencia. Un gesto de debilidad que lo hace hombre y que es contemplado por un barrio de San Severiano que una tarde más de Jueves Santo se echó a la calle para arropar a la cofradía. Las primeras hora de la tarde para los cofrades gaditanos tienen nombre, Oración.
Y con la Oración, una Esperanza. Una Virgen bajo su palio que acompaña los primeros momentos de sufrimiento de su HIjo en lo que será una larga noche de Pasión. Un palio que busca las Puertas de Tierra con un alegría en su caminar propio de cofradía de barrio, de jornada grande en San Severiano.
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