Tarde de sol en la plaza de Santa Cruz, donde antes de las cinco de la tarde la Cruz de Guía de la Hermandad del Santísimo Cristo de las Aguas y la Virgen de la Luz se plantaba en el dintel de la Iglesia para buscar la Catedral por un Campo del Sur abarrotado de público. Uno de los grandes misterios de Cádiz se echaba a la calle en una jornada donde el calor tiene más tintes veraniegos que primaverales.
Uno de los crucificados que Francisco Buiza tallara para la capital gaditana ponía el momento de la Pasión en la que el costado de Cristo es atravesado por la lanza de Longino, el romano a caballo. La muerte de Jesús se ha consumado. Detrás la Virgen de la Luz, obra también de Buiza, busca consuelo con sus manos abiertas y su mirada al cielo.
Cabe destacar como novedad este año que el San Juan que tradicionalmente ha procesionado en un tercer paso en la Hermandad, este año lo ha hecho en el paso de misterio, por lo que la cofradía este año recorre las calles de Cádiz con dos pasos.
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