Así lo ha dijo ayer el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, al término de la reunión técnica del Foro tripartito celebrada en Madrid durante dos días previa a la cita del día 21. Caruana informó de que la fecha de la sesión ministerial está “pactada”, pero su convocatoria dependerá de que se cierre un pacto sobre la colaboración en materia marítima y medioambiental, un escollo derivado de la negativa de España a reconocer a Gibraltar las aguas territoriales que rodean a este territorio.
El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, aseguró ayer que el Gobierno español está dispuesto a firmar un acuerdo bilateral de intercambio de información en materia fiscal una vez que tiene garantías de que no entrañaría conceder al Peñón categoría de estado soberano. Caruana tras la reunión técnica del Foro de Diálogo entre España, Reino Unido y Gibraltar espera que el ministro de Exteriores pueda acudir al Peñón el próximo día 21 si se alcanza un acuerdo sobre la situación de las aguas.
La visita de Moratinos al Peñón sería histórica puesto que nunca un jefe de la diplomacia española ha cruzado la Verja, debido al litigio con el Reino Unido por la soberanía de la colonia, cedida a las británicos en 1713 por el Tratado de Utrecht. Caruana dijo que en la reunión, en la que España y Reino Unido han estado representados por directores generales, ha habido “muchísimos progresos” en materias como fiscalidad, visados, educación y aduanas, que hacen albergar esperanzas de que pueda prosperar la convocatoria ministerial. No obstante, cree que el día 21 habrá encuentro si es para firmar acuerdos en todo el paquete de asuntos, porque lo contrario sería dar pasos atrás. El principal problema radica en que España se niega a reconocer que las aguas que rodean al Peñón son de su jurisdicción, lo que no se contempló en el Tratado de Utrecht.
Amparándose en este principio, el Gobierno español propuso este año a la Comisión Europea incluir estas aguas como lugar de interés comunitario (LIC), a lo que Gibraltar se opone frontalmente porque entiende que le privaría del control de las tres millas que bordean su costa. Esta disputa es la que motiva que no haya acuerdo en situaciones como el accidente del buque chatarrero New Flame ocurrido en 2007 frente al Peñón. Caruana opina que la visita de Moratinos sería “un paso y un gesto constructivos”, aunque no supone “un avance o un retroceso” en el litigio sobre la soberanía del Peñón. “Es una normalización en el sentido de reconocer que es irrelevante para el contencioso. Me parece muy bien que venga como una señal más de la modernización de la Europa del siglo XXI”, añadió.
Puntualizó que si no hubiera reunión el día 21, no se descartaría el viaje de Moratinos, puesto que se buscaría otro momento una vez que se resolviesen los obstáculos pendientes. Sí dejó claro, es que Moratinos no tendrá ninguna reunión bilateral con su colega británico, David Miliband, en territorio gibraltareño cuando ambos participen en el Foro, aunque se podría dar en otro punto.
También insistió en que el Reino Unido no negociará sobre la soberanía del Peñón ni sobre ningún otro asunto de su incumbencia sin el consentimiento de los gibraltareños. “El bilateralismo es historia”, sentenció Caruana: “Está demostrado que a través de la vía bilateral, es imposible que haya acuerdo en nada”.
Respecto a la colaboración policial, Caruana ha negado que la policía costera de Gibraltar impida a la Guardia Civil perseguir delincuentes si estos entran en sus aguas. En su opinión, los protocolos informales de actuación “funcionan en ambos sentidos”, aunque estima positivo si se concretase en acuerdos más precisos.
PP
Por su parte, el diputado del PP José Ignacio Landaluce criticó que Caruana no haya ofrecido nada nuevo en materia de intercambio de fiscalidad y actúe como si tuviera potestad para hacer acuerdos como país soberano.
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