Joaquín de León de 52 años, de Cádiz, de la calle San Félix, era una persona sin hogar. Fallecía el pasado martes y este jueves se llamaba a la concentración en señal de duelo y como reivindicación a una nueva muerte en la calle. Joaquín era un sintecho pero que tenía su familia. Allí estaba esta mañana, rota por el dolor, junto al Balneario de la Palma, donde pernoctaba este gaditano, junto con un importante número de personas y colectivos sociales que trabajan por y para los sintecho.
De noviembre a este mes han fallecido tres personas sin hogar en la capital gaditana: Andrés, Antonio o Joaquín. Sus nombres no pueden caer en saco roto y todos tenemos que ser responsables, incluidos los medios de comunicación. El acto comenzó con reivindicaciones y finalizó con un minuto de silencio, donde los familiares de Joaquín se unían en una piña de dolor.
Se acordó allí mismo propiciar unos encuentros más continuados para demandar a la maquinaria administrativa que no se olvide de los compromisos con las personas sin hogar, que cada “semana nos juntemos en San Juan de Dios para evitar que corra el tiempo y recordar que hacen falta soluciones”, manifestó Francisco Súnico, de Caballeros Hospitalarios. Por su parte, Rafael Lara, de Asociación Pro Derechos Humanos, abogó porque se analicen las circunstancias. “Es un doloroso fallecimiento que tal vez nadie podía haber evitado, pero lo que sin duda es cierto es que de haberse adoptado las medidas necesarias podría haberse consolado su sufrimiento”. Lara añadió que “no podemos culpar a nadie, pero hay muchas líneas de trabajo necesarias que venimos reclamando desde hace tiempo” y que llegan a cuentagotas.
En sus palabras reivindicativas, denunciaron “el cambio de ubicación del albergue de un día para otro, la falta de plazas (sólo hay 35 para 150 personas), las pocas plazas para mujeres, la falta de materiales en la campaña de frío, la falta de recursos especializados, la descoordinación entre administraciones, la dejadez, la mala acogida por personas no cualificadas, el miedo a las amenazas y a ser expulsados por plantear quejas, la falta de un centro de día sin horarios, la falta de empleo, la no existencia de un plan de inclusión que los incluya, o la no existencia de un plan para personas sin hogar”. Estas son algunas de las medidas reivindicadas desde hace meses por los colectivos y personas sin hogar de la ciudad. A ello se añadió los equipos de calle, sin horario de oficina, más recursos para la campaña de invierno y sobretodo que “se garantice la dignidad y el menor sufrimiento para evitar en lo posible que siga habiendo muertes en la calle.
También tomó la palabra el Movimiento de Lucha contra el Desempleo y la Exclusión Social que criticó la ineficacia y responsabilidad de todos los partidos políticos, aunque añadían con mucho brío que “todos somos responsables de lo que ocurre, con una actitud conformista y cobarde”. También se puso sobre la mesa el aprovechamiento partidista con las personas sin hogar, que es “indigno”.
En el acto se recordó a Antonio Parra, que falleció en diciembre en la Zona Franca, a Andrés, que perdía la vida en la plaza de Las Tortugas en noviembre. Pero hay más nombres: Pedro Luis, de Cantabria (mayo 2015), José María Sánchez, de Sevilla (enero 2015); otras dos personas sin hogar fallecían en 2014 y otras dos en 2013.
Una muerte “es inadmisible” y todas las que lleva sufriendo la ciudad de Cádiz son ya “absolutamente insoportables”.
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