La Guardia Civil de Cádiz ha salvado la vida a una mujer en Conil cuando intentaba saltar de una valla publicitaria de 8 metros de altura con una bufanda anudada al cuello. Uno de los guardias civiles que trataba de auxiliarla, se rompió un hombro al intentar frenar con un brazo el salto de la mujer al vacio. La actuación de este guardia civil, permitió que la caída de la mujer no fuese letal, aunque ambos han tenido que recibir atención médica por las lesiones que se produjeron.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 17’00 horas del pasado domingo día 12, cuando varios viandantes alertaron en el Puesto de la Guardia Civil de Conil, de que una joven estaba subida en lo alto de una valla publicitaria de la zona conocida como Pocito Blanco, con intención de quitarse la vida.
De manera inmediata el guardia civil que se encontraba desempeñando funciones de seguridad en el Puesto, salió hacia el lugar, avisando a la patrulla más cercana para que lo apoyara. Nada más llegar, confirmó los hechos e inició una conversación con la joven, la cual era evidente que se encontraba bajo los efectos de algún tipo de sustancia tóxica, a la vez que presa de un gran nerviosismo.
En pocos minutos se presentó la patrulla de servicio, comprobando uno de los guardias civiles que la joven era conocida suya, por haber tenido varias intervenciones policiales con ella, por lo que de forma inmediata se hizo cargo de la situación y empezó a subir a la valla mientras hablaba con ella y la iba tranquilizando, llegando a ofrecerle un cigarrillo para que se calmara.
Tras varios minutos de conversación a ocho metros del suelo, la situación parecía estar controlada, llegando a pedirle el guardia civil que se quitara la joven la bufanda que se había anudado al cuello y a uno de los soportes de la valla. En un momento determinado y tras volver a entrar en crisis, la joven saltó al vacío sin mediar palabra, evitando solamente la caída al vacío los reflejos del guardia civil, que la agarró con una mano por el brazo, quedando la mujer suspendida en el aire, y ambos agarrados por sólo una mano del guardia civil, hasta que fue escapándosele ya que se había roto el hombro de la mano con la que la sujetaba.
La mujer cayó al suelo, pero ya desde menos altura, siendo atendida de las heridas que presentaba por uno de los guardias civiles, mientras el otro ayudaba a bajar de la valla al compañero, el cual daba muestras de gran dolor en la zona del hombro y espalda.
La llegada de los servicios sanitarios, permitió la atención de la joven, que se encontraba herida y en un gran estado de nervios, siendo trasladada hasta el Hospital universitario de Puerto Real, donde permanece ingresada. Tras la primera valoración de los facultativos en el lugar, los servicios médicos felicitaron al guardia civil, ya que con su intervención había salvado la vida a la joven.
Los propios compañeros trasladaron al agente hasta los servicios médicos, donde tras ser atendido fue dado de baja para prestar servicio.
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