El grupo del PP manifestó su incredulidad ante la manera en la que el alcalde de Cádiz, José María González Santos, aborda ahora, un año y nueve meses después de su llegada a la Alcaldía, el problema de la vivienda social. La concejala Mercedes Colombo indicó que González Santos ha realizado un recorrido por todo “los sinsentidos” posibles a la hora de tratar este problema: “Pasó del ‘Ni casa sin gente ni gente sin casa’ con el que adoctrinaba a los vecinos de La Corrala para que vinieran al Ayuntamiento antes de 2015 al no tenemos competencias en vivienda de hace unos meses. Ahora parece que vuelve a la pancarta, y es una vergüenza que el alcalde vuelva a sus tiempos de mentiras y demagogia para ocultar su fracaso en políticas sociales”.
Colombo señaló que González Santos no quiere reconocer la manera en la que utilizó a los gaditanos para llegar a la Alcaldía: “Es evidente que Cádiz tiene un problema de suelo que repercute en la falta de viviendas de todo tipo, y la única manera que tenía y tiene el Ayuntamiento de intentar paliarlo es poner todos los recursos económicos en la construcción de viviendas, como hicimos nosotros, y pagar puntualmente las ayudas al alquiler a las familias más desfavorecidas”.
La edil popular señaló que “Podemos lo que está haciendo es todo lo contrario a lo que predicaban: no hablan ni se le espera sobre nueva vivienda pública, y las ayudas la reducen –aún no sabemos bien bajo qué criterio- provocando situaciones de desahucios que antes –por muchas mentiras que dijeran desde sus círculos- se evitaban, tal y como reconoció en su momento la actual concejala de Servicios Sociales. Una lástima que se le olvidara comentar al Defensor del Pueblo que el lunes desahucian a una gaditana porque el Ayuntamiento le han reducido las ayudas del 90 al 60 por ciento”.
Por otro lado, ahora “parece que nadie recuerda las acusaciones que nos hacían a nosotros cuando fallecía un sin hogar en Cádiz. Ahora se abordan desde Podemos como una situación compleja”, cuando antes era, según decía el alcalde, en sus mítines un problema que no se solucionaba porque no había voluntad”.
Según Colombo, “lo que antes era una prioridad, como las familias desfavorecidas, ahora se ven maltratadas por un Ayuntamiento que les olvida, les ningunea o les recorta las ayudas”.
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