CGT ha recordado que, "como ya se anunció la semana pasada, debido a una decisión de la Inspección Médica de la Seguridad Social, en Algeciras una trabajadora de Correos se ha visto obligada a repartir con la ayuda de una muleta".
La cartera, de nombre Susana, "llevaba desde mediados de enero de este año 2017 de baja debido a una incapacidad temporal como consecuencia de unas dolencias que le impedían andar con normalidad y por tanto desarrollar sus tareas de reparto a pie de manera óptima".
"Para su sorpresa, el pasado día 7 de febrero, recibe una notificación remitida por la Inspección Médica de la Seguridad Social dándole el alta laboral, por lo que al día siguiente se ve obligada a incorporarse a su puesto de trabajo. Resaltar que ese parte de alta de la inspección fue emitido sin haber citado previamente a consulta ni revisión médica a la trabajadora, por lo tanto, se podría decir que es 'un alta de despacho' y no un alta con el visto bueno de un facultativo. Ante tal situación, la trabajadora presentó la correspondiente reclamación a la decisión tomada por dicha inspección médica".
"Durante varios días la cartera tuvo que salir a repartir acompañada de su muleta y el carro de reparto, pues Correos no actuó con la rapidez y diligencia que se espera de una empresa que tiene el deber de velar por la seguridad y salud de sus empleados en sintonía con la Ley de Prevención de Riesgos Laboral", prosiguen.
"Tras varios días de trabajo en estas condiciones, Susana se ha realizado varias pruebas médicas y el traumatólogo le ha dicho que necesita estar de baja de manera urgente debido a que existe un riesgo importante de romperse la cadera", explica el sindicato.
Este informe médico "ha sido remitido para adjuntar a la reclamación presentada ante la Inspección Médica de la Seguridad Social, pero según nos consta, no ha sido suficiente para que se reconsidere la situación de incapacidad y, por tanto se ratifica el alta laboral".
Señalan que "el que sí parece haber recapacitado es Correos, puesto que la cartera ha sido destinada a realizar funciones dentro de la unidad a la que pertenece y de esa forma evitar consecuencias mayores. Algo lógico ya que desde ayer la situación se ha agravado, no puede apoyar el pie en el suelo y necesita dos muletas para poder desplazarse".
"Evidentemente la trabajadora está muy molesta e indignada con la decisión tomada por la Seguridad Social y en los próximos días presentará demanda ante el órgano judicial competente", apuntan.
"Incomprensible la decisión del que se hace llamar Inspección Médica de la Seguridad Social, ya que es una decisión de dudosa opinión médica, que no vela por la seguridad y muy poco social", lamentan.
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