¿Qué valoración hace del récord de 102,8 millones de toneladas movidas en las instalaciones portuarias que se alcanzó el año pasado?
—Es un récord no solo de nuestro puerto, sino de todo el sistema portuario español. Nos enorgullece además que sea un puerto andaluz el primer puerto de España que haya entrado en ese club de puertos europeos que han superado los cien millones de toneladas. De los mil doscientos puertos comerciales que tiene la Unión Europea, solamente tres puertos lo habían conseguido hasta ahora, Róterdam, Amberes y Hamburgo. También a partir de ahora estará Algeciras. Estoy muy contento y muy agradecido a un trabajo que no solo es de la Autoridad Portuaria sino de toda la comunidad portuaria, de todos los trabajadores, las empresas, las instituciones. Entre todos haciendo bien las cosas es como se consiguen estos retos.
¿Qué retos plantea este récord para la Autoridad Portuaria?
—A primero de año todos los relojes se vuelven a poner a cero, y hay que hacer todo el recorrido del año anterior e intentar superarlo. Estadísticas de Eurostat reflejan que, en los 17 últimos años, el puerto europeo que mayor tasa de crecimiento anual ha tenido es Algeciras. Es decir, está dentro del top 10 de los puertos europeos y cada año el esfuerzo es hacer lo del año anterior y algo más. Seguir en tensión y seguir creciendo en actividad y en más empleo. Yo también le hago una segunda lectura. Nos estamos portando bien.Estamos haciendo méritos. A ver si el Gobierno Central entiende que ya hemos hecho méritos suficientes para suplir esas carencias tan importantes que tenemos en las conexiones ferroviarias por un lado, o la conexión ferroviaria por un lado, porque hay puertos que tienen hasta tres y cuatro, y, por otro lado, la dotación de personal no solamente a la Autoridad Portuaria, sino a los distintos servicios de la Administración Central, como el del Puesto de Inspección Fronterizo (PIF).
Hablando de infraestructuras, ¿llegamos tarde para el tren, hay tiempo para mejorar?
—Llegamos tarde porque llevamos mucho tiempo esperado, pero claro que hay tiempo. Lo tenemos que conseguir como sea. Hoy día, un puerto sin tren es inconcebible. Hice una vez el ejercicio de recorrer todos los puertos españoles a través de hemerotecas y en todos habían salido las autoridades portuarias y las asociaciones empresariales reclamando mejoras ferroviarias: Tarragona, Barcelona, Valencia, Alicante... El puerto de Algeciras necesita más que nadie esa conexión. El cuarto puerto de Europea que tenga una sola vía de tráfico mixto de pasajeros y mercancías, sin electrificar, con pendientes de 24 milésimas, con enclavamientos mecánicos, con apartaderos de menos de 500 metros, con una de las prestaciones más bajas de toda la red ferroviaria nacional...eso no lo concibe nadie. Y menos concibe todavía que habiendo sido la propia Unión Europea, a través de los reglamentos comunitarios, la que obliga a que esa conexión de Algeciras con Madrid tenga una doble prioridad, es el único tramo de la península ibérica que está en los dos corredores de la Red Transeuropea de Transporte. Que no haya inversiones por parte del Gobierno es inadmisible. Nadie lo puede entender.
Se había hablado del riesgo de perder las inversiones de la UE por el grado de ejecución de las obras. ¿En qué situación estamos ahora?
—Los fondos europeos son fondos de cofinanciación. Quiere decir que si el estado miembro no pone su parte, esos fondos se pierden. Ha habido un comunicado del propio Ministerio diciendo que ha habido fondos comunitarios destinados a esa línea que se van a tener que devolver. Eso es una pena ¿Cómo se soluciona eso? Pues en los Presupuestos Generales del Estado, poniendo partidas presupuestarias suficientes para poder absorber todos esos fondos comunitarios. Y sobre todo ejecutándolo, porque si no se ejecuta de nada vale presupuestarlos.
Varios de los proyectos tratados en recientes consejos de administración del puerto son la prolongación del Muelle Este de Isla Verde Exterior, la nueva alineación del Muelle de Galera, y proyectos de I+D+I. ¿Qué novedades hay?
—En Isla Verde Exterior tenemos pendiente cerrar un concurso para una nueva terminal. El espacio de esa terminal, con el gigantismo de los buques, se nos ha quedado escaso. En contacto con posibles concursantes nos dijeron que, como mínimo, para dar cabida a dos megabuques tenía que tener líneas de atraque suficientes. Eso supone tener 800 metros. El espacio de la Fase B de Isla Verde tiene menos. Ahí hay un proyecto de prolongar únicamente la parte de atraque, sin relleno de la parte de atrás todavía, para dar cabida a dos megabuques. En un futuro, todavía no tiene ni declaración de impacto, si aumentase la demanda, físicamente hay posibilidad todavía de crecer, porque el límite del Parque Natural está en la punta de San García. Sería un proyecto pero previamente tiene que haber demanda y tenemos que superar la declaración de impacto ambiental. En galera, el tráfico del Estrecho de pasajeros, vehículos y camiones se ha quedado también escaso. Ese tráfico está creciendo mucho, en el tráfico ro-ro estamos ya en cerca de 313.000 camiones. Entonces, en la desembocadura antigua del Rio de la Miel hay una dársena que todavía admitiría un peine para poner dos nuevos atraques que nos vendrían muy bien. En I+D+I tenemos previsto una inversión hasta el año 2020 de 68 millones de euros, de los cuales en proyectos acabados o en desarrollo se llevan invertidos unos 28 millones. Estamos haciendo una apuesta tecnológica importantísima. Los puertos ya tienen que avanzar en esa línea: muelles y grúas tienen todos, ferrocarril no todos, entre ellos el nuestro, pero ya son las nuevas tecnologías las que harán que unos puertos sean más competitivos que otros. Y ahí estamos en un proyecto muy ambicioso como los mencionados.
¿Qué enfoque cree que debe darse al futuro del marco laboral de la estiba?
—El marco laboral es obligado cambiarlo porque hay una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo, y la legislación comunitaria prevalece sobre la legislación de los estados miembros. Esto lo aceptan todas las partes, los trabajadores, las empresas y por supuesto el Gobierno. Por lo tanto, la ley española se tiene que modificar y acomodar al dictamen europeo. Pero hay dos formas de hacerlo. Se puede hacer a las bravas, por decreto, o sea puede hacer a través del consenso, del diálogo y de la negociación. Recuerdo que la actual Ley de Puertos optó por esa vía del consenso. Gobernaba entonces el PSOE. Hubo una participación intensa de los partidos políticos, de las autoridades portuarias, de las patronales del sector y de los sindicatos, de todas las partes afectadas. Se consiguió una ley de consenso que hacía falta en España porque cada vez que entraba un nuevo Gobierno se cambiaba la Ley de Puertos. Esa ley ha perdurado. Se hizo en otro Gobierno y este nuevo Gobierno la ha mantenido. En este caso de la modificación por el Tribunal de Justicia Europeo parece que se ha optado por la vía del decreto. El proceso se inicia en noviembre de 2011, con el primer requerimiento que hace la Comisión al Gobierno de España. Por poner un ejemplo, las autoridades portuarias, que somos las responsables de la gestión directa del día a día de los puertos, la primera información oficial nos llegó este jueves a las ocho de la tarde, que fue el borrador del decreto. Creo que lo que se juegan puertos como el nuestro si se altera la paz social es mucho, muchísimo. Soy fervientemente partidario de que este tipo de modificaciones se haga por la vía del consenso, de la negociación y prevalezca la paz social. Además, en puertos de transbordo como el nuestro, alterar la paz social supone pérdida de tráfico, lo que es malo no solo para la comarca, sino para la economía del país. No es algo que opine yo, es que los principales operadores del puerto de Algeciras me lo dicen. Es importante que el puerto sea barato, y que haya paz social, pero sobre todo, que haya paz social. Lo primero es que haya paz social.
En el borrador del decreto se pide que sean las autoridades portuarias las que se hagan cargo de las indemnizaciones de los despidos de los estibadores. ¿Qué le parece?
—Creo que el propio Ministerio tiene dudas razonables de que eso pueda ser correcto o no, legal o no. Eso puede representar ayudas de Estado, y la Unión Europea eso lo controla mucho. Las sociedades de gestión de trabajadores portuarios son sociedades anónimas. Los accionistas son empresas. Tengo mis dudas de que el dinero público sirva para indemnizar, pero también creo que las tiene el propio Gobierno, que está esperando una consulta que le ha hecho a la Unión Europea para ver si eso es posible. Yo ya manifesté que el personal nuestro de la Autoridad Portuaria lleva con el convenio caducado ya desde el año 2009, y no ha habido posibilidad de nuevo convenio porque no había dotaciones suficientes como me gustaría para atenderlo. Que encima tenga la Autoridad Portuaria que aportar dinero para eso, me parece contrasentido.
¿Este desacuerdo llevaría a alguna medida por parte de la Autoridad Portuaria en su comunicación con el Gobierno?
—Yo ya lo he trasladado. También creo que en este caso lo que hay que hacer es activar el convenio nuestro que está paralizado.
¿Cómo se conjuga la rentabilidad del puerto para atraer empresas con las garantías y derechos de los trabajadores? Lo decía porque las empresas de trabajo temporal que cita el borrador. ¿El número y la competencia entre estas podría influir en la competitividad y la paz social?
—La empresa quiere que el puerto sea barato. Cualquier empresa quiere ganar lo máximo posible y abaratar los costes, pero en el caso de la actividad portuaria del puerto de Algeciras, por ser puerto de transbordo, lo que quieren sobre todo es la paz social. Eso me lo dicen los propios empresarios. Por encima de todo la paz social. Si además es más barato, mejor. Es lógico y legítimo por parte de la empresa, pero sobre todo la paz social. Eso se consigue negociando con los trabajadores. Los trabajadores saben que hay que cambiar el régimen que regula su actividad, porque lo ha dicho el tribunal europeo. Se puede hacer de muchas formas. Lo ideal es hacerlo negociando, preservando los puestos de trabajo por supuesto. Cualquier colectivo al que le dijeran ‘mira, ahora te vas a la calle y va a venir otro’ montaría movilizaciones como las que se prevén si se hace eso aquí. Los empresarios están contentos con el funcionamiento del puerto. Hace poco nos dieron en una gala que hubo en Londres el premio al segundo puerto de contenedores de Europa más productivo. El puerto está funcionando muy bien. tan mal no está esto como para de pronto decir de cambiar de trabajadores, cambiar de empresas. Que hay que racionalizar el sector de la estiba y acomodarlo a esa sentencia, por supuesto que sí, pero que se pueda hacer una negociación y hay margen de sobra para esa negociación. Estoy seguro de que los empresarios estarán encantados si se hace a través de una negociación y se conserva la paz social, más que si se hace a través de un decreto aunque bajen más los costes.
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