Agentes de la Policía Local de Sevilla, cuerpo adscrito a la Delegación de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento, han detenido y puesto a disposición judicial a un hombre de 41 años como presunto autor de un delito de atentado a la autoridad o a sus agentes después de lesionar a dos de ellos. Este individuo estuvo antes detenido por haber sido reclamado judicialmente.
Según ha informado el Ayuntamiento de Sevilla en una nota de prensa, aproximadamente a las 23.10 horas de ayer sábado, varios vecinos avisaron al 092, teléfono de Emergencias de la Policía Local de Sevilla, denunciando molestias por ruidos procedentes del bar “oscow, ubicado en la calle Conde de Torrejón, en el Distrito Casco Antiguo de la ciudad. Agentes de la Unidad Línea Verde, especializada en control e inspección de actividades, se personaron en el lugar para atender así el requerimiento de los vecinos.
En una primera inspección del local, de poco más de 20 metros cuadrados, agentes de paisano pudieron comprobar cómo en su interior, con la música a gran volumen, se encontraban hacinadas cerca de 130 personas consumiendo bebidas alcohólicas y fumando. Constataron, además, que las salidas de evacuación del establecimiento estaban cerradas por dentro con cerrojos, y por fuera con persianas metálicas con cerraduras. Ante una situación de emergencia o de pánico, estos cierres hubieran supuesto un grave riesgo para la seguridad de las personas que se encontraban en el interior.
Ante la gravedad de la situación, los agentes solicitaron desde el exterior refuerzos por parte de patrullas uniformadas para proceder al desalojo. En este intervalo de tiempo, el propietario del establecimiento salió y reconoció a los agentes por otras actuaciones anteriores de inspección y denuncia contra el mismo local. El dueño volvió al interior, apagó la música y cerró con llave la única puerta de salida, dejando a todas las personas encerradas en su interior.
Aprovechando un momento en que esta puerta se abrió para dejar salir a algunos clientes, los agentes de paisano, ya con sus petos uniformados de la Policía Local, se identificaron y trataron de acceder al establecimiento. Entonces, el dueño empujó al primer agente, tratando de cerrar la puerta, y le atrapó entre esta y la pared. Pero, lejos de abandonar su intento de cerrar la puerta, siguió empujándola contra el cuerpo del agente, a quien causó lesiones. Otro policía acudió en apoyo y sufrió también lesiones como consecuencia del forcejeo con el propietario para tratar de liberar a su compañero.
Ambos agentes fueron trasladados a un centro hospitalario para ser asistidos de las lesiones. El propietario fue detenido, trasladado hasta las dependencias policiales y posteriormente puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito de atentado a la autoridad o a sus agentes. El establecimiento, que fue desalojado sin más incidencias por los agentes uniformados, carecía de extintores, de señalización y de seguro de responsabilidad civil.
El delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento y también del Distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera, está siguiendo la evolución de los agentes de la Unidad Línea Verde, a quienes ha felicitado en numerosas ocasiones anteriores por la labor que realizan.
“Me sorprende la violencia con la que esta persona acometió contra los agentes, a quienes ya conocía, y su manifiesta temeridad contra la seguridad de las personas que estaban en el interior de este establecimiento, convertido en una ratonera tras bloquear las salidas de emergencia”, ha asegurado Cabrera.
"Desde el inicio de nuestra legislatura mantenemos abierto un operativo muy serio contra aquellos establecimientos que vulneran las medidas de seguridad, y seremos intransigentes con conductas agresivas e intolerantes como las ocurridas anoche en el cierre cautelar de este local". El delegado, asimismo, ha reiterado el compromiso del Ayuntamiento para evitar situaciones como esta, que, “además de molestar al vecindario, arriesgan la propia vida de los clientes al desconocer cómo se encuentra realmente el local".
Por ello, Cabrera ha insistido en la necesidad de comprobar cuando se acceda a un local que se cumplen unos requisitos mínimos de seguridad, como la existencia de extintores y la disponibilidad de salidas de emergencias y que no estén bloqueadas, y, ante cualquier sospecha de un incumplimiento de aforo, salir y avisar a la Policía Local.
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