Los cinco responsables de una fábrica de Albox (Almería) en la que en agosto de 2009 falleció un trabajador después de que quedara sepultado por el contenido de un silo cuyo interior se disponía a limpiar han aceptado este miércoles una pena de seis meses de prisión sustituible por una multa de unos 2.500 euros cada uno tras el acuerdo alcanzado con la Fiscalía y la acusación particular.
Así lo han indicado a Europa Press fuentes jurídicas, quienes han señalado que los acusados ya habían respondido a las indemnizaciones y responsabilidad civil derivada del accidente ante los padres del fallecido, su pareja sentimental y sus dos hijos, uno de ellos fruto de una relación anterior.
Cabe recordar que la Fiscalía solicitaba para los acusados dos años de prisión por un delito de homicidio imprudente y otro contra la vida y la integridad física de los trabajadores, si bien pedía que solo fueran condenados por el primero de ellos en aplicación de los artículos 8.3 y 4 del Código Penal al ser el precepto penal más amplio con capacidad para absorber al resto.
Según el escrito provisional de la Fiscalía, los hechos tuvieron lugar sobre las 21,00 horas del 14 de agosto de 2009, cuando el empleado se disponía a limpiar el interior de un silo ubicado en la planta de productos abrasivos y minerales no metálicos de Albox en la que había restos de molienda de mármol.
Así, al acceder al silo de unos 14 metros de altura, quedó sepultado por el contenido del mismo, lo que le produjo la muerte por asfixia mecánica, según apunta el Ministerio Público, que considera que el hombre estaba desprovisto de las medidas de seguridad suficientes para acometer el trabajo encomendado.
En esta línea, detalla que el trabajador accedió al silo por la boca superior del mismo "auxiliado de una silla de poliamina enganchada a un tractel, haciendo uso de un arnés y una mascarilla", lo que "no impidió, al ser manifiestamente insuficiente tanto el procedimiento de trabajo como las medidas de seguridad adoptadas", que se produjera su muerte.
Con ello, la Fiscalía responsabiliza del accidente laboral mortal al presidente y director de operaciones de la empresa, J.R.V. y J.P.G., respectivamente, así como al director de la planta, F.J.M.J., al jefe de producción J.A.S.R., y al jefe de mantenimiento, J.G.M., al señalar que todos ellos tenían "funciones de mando y dirección suficiente" para "adoptar otros métodos de trabajo" así como "las necesarias medidas de seguridad" que "hubiesen evitado el fatídico resultado".
En concreto, la acusación fiscal desgrana que se "omitieron" varias medidas de seguridad "determinantes" en el "mortal accidente" entre las que destaca la falta de uso de mascarillas autónomas con suministro propio de oxígeno que hubiesen permitido al trabajador "estar 20 minutos sepultado".
También recoge la "ausencia de un estudio sobre evaluación y riesgos, en particular el de enterramiento" y la "falta de formación específica del trabajador ante los riesgos existentes". Igualmente, apunta a que el tractel empleado para el ascenso y descenso del empleado "no era el adecuado".
El fallecido contaba con 39 años en el momento de la muerte y esperaba una hija que nació dos meses después del accidente, para la que la Fiscalía pide una indemnización de más de 48.000 euros así como otros 115.300 euros para su pareja sentimental. Los acusados también deberán responder, ya sea a través de ellos mismos, de sus seguros de responsabilidad y de la empresa, con otros 48.000 euros para otra hija de la víctima de una relación anterior y con 9.610 euros para cada uno de sus padres.
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