Las 41 familias que han sido desalojadas desde ayer de la colonia judía de Amoná, en el territorio ocupado de Cisjordania, serán eventualmente trasladadas a un nuevo asentamiento, el primero que las autoridades israelíes crearán de forma oficial en más de dos décadas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dado la orden de que sean instalados en una nueva colonia creada especialmente para ellos y cuyo nombre se desconoce oficialmente.
"Si el plan sale adelante, será el primer asentamiento establecido por el Gobierno en más de 20 años", afirma el diario Haaretz en su edición de hoy.
Otros medios, como el Jerusalem Post recuerdan que la última colonia judía fue la de Revavá, en 1991, autorizada por el entonces primer ministro Isaac Shamir en el norte de Cisjordania.
La ONG Shalom Ajshav (Paz Ahora) indica, sin embargo, que el último asentamiento fomentado por un Gobierno israelí fue Eshkolot, en el sur de Cisjordania, dos meses después.
En cualquier caso, por aquel entonces residían en las colonias judías en Cisjordania (sin incluir Jerusalén Este) unos 94.100 colonos, cifra que en la actualidad se acerca a los 400.000, según estadísticas de la organización pacifista.
"En el terreno da igual si fue o no autorizado, pero a nivel institucional, político y legal tiene una gran importancia para nosotros", dijo a Efe Haguit Ofrán, su jefa de investigaciones en la Unidad de Vigilancia de Asentamientos.
Ofrán explicó que cuando es el Gobierno el que decide "tenemos un referente a quien criticar, pedir explicaciones y presionar".
"Lo preferimos decididamente a la situación desde 1996, en la que los colonos llevan las riendas y deciden la política de colonización", aseguró.
Se refirió a que desde el primer gobierno de Netanyahu, entre 1996 y 1999, los colonos son los que crean los asentamientos a su libre albedrío, como el caso de Amoná, y después -de acuerdo a qué partido gobierno- tratan de obtener su reconocimiento legal.
Netanyahu legalizó entonces una treintena de colonias, pero desde 2000 se le ha hecho a los colonos más difícil por las fuertes presiones de la comunidad internacional, que condena la construcción israelí en el territorio palestino ocupado desde 1967.
Israel si ha impulsado en este plazo la construcción de nuevas viviendas dentro de los asentamientos existentes.
Los colonos crearon en las últimas dos décadas 97 asentamientos, muchos de ellos ya convertidos en auténticas colonias y medio centenar aún sin autorización oficial del Gobierno.
El Parlamento israelí está estudiando un proyecto de ley impulsado por el partido Hogar Judío, del ministro Naftalí Bennet, para regularizar colonias por vía parlamentaria y de forma retroactiva.
Para la comunidad internacional, todas las colonias israelíes en territorio ocupado son ilegales, más allá de la consideración legal que les de Israel.
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