Los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Jerez iniciaron ayer las catas en el bloque 3 de la calle Manolete, en La Constancia, para asegurarse de que la estructura del edificio y no corre riesgos y las dos familias desalojadas de las plantas superiores el pasado viernes como medida preventiva pueden regresar a sus casas sin problema.
El objetivo de estos trabajos, tal y como apuntan fuentes de Urbanismo, es recabar datos sobre el estado del edificio y de la cubierta, después de que el pasado viernes se desplomaran al exterior varios cascotes de la cornisa, y tener información “fiable” que les permita tomar una resolución. Por tanto, desde el Gobierno municipal se muestran cautos a la hora de estimar una fecha para la vuelta de las dos familias a sus casas, pues una de ellas se aloja en un hotel que costea el Ayuntamiento y la otra en casa de sus allegados.
Mientras tanto, y con el miedo en el cuerpo por las lluvias que vienen, en la popular barriada crece la indignación entre los vecinos, que la semana que viene celebrarán asamblea general para cerrar un calendario de protestas contra la falta de actuaciones de la Junta de Andalucía en las obras de rehabilitación que aprobaron por convenio en 2009 y que siguen interrumpidas.
El caso de San Telmo sigue en ‘stand by’
Aunque es un caso distinto, porque hay otro trasfondo debido al desacuerdo de los vecinos con el arquitecto para certificar las obras, las siete familias de San Telmo cumplen ya dos meses y medio desalojadas de sus viviendas tras las obras de apuntalamiento ejecutadas.
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