Ayer el Pleno del Ayuntamiento aprobó la municipalización de 54 trabajadores de la televisión municipal, que se suman a la holgada plantilla y que consolida un gasto de 1’8 millones de euros anuales, como mínimo, en el capítulo I de Personal, algunos de ellos, además, en el Grupo A, a pesar de no tener la formación necesaria para integrarse en esa categoría. El PP alude a la defensa del empleo, el mismo que no defendió con otros trabajadores como los de Imesapi o los de la Estación de Autobuses, por mucho que el concejal de Personal, el que firma productividades de más de 12.000 euros, Miguel Contreras, defienda en su discurso demagógico que no es igual. En cualquier caso, con 600 ó 1.200 trabajadores, la ciudad (no es la primera vez que lo decimos) no puede ser rehén de esos puestos de trabajo, porque esa situación ha convertido a una administración que debe gestionar, invertir y dotar de servicios a los ciudadanos con el dinero que entra en Tesorería, en un mero pagador de nóminas, que además, hace que se endeude para hacer frente a ellas. Si al menos el alcalde y su equipo fueran capaces de hacer que funcionase a la espera de soluciones... Se agota el tiempo y habrá que decir basta en algún momento.
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