Así consta en el auto de procesamiento emitido por la jueza, al que ha tenido acceso EFE, en el que declara procesados por este caso a Santiago del Valle, por el delito de asesinato y contra la libertad sexual; a su hermana Rosa del Valle, por el delito de asesinato, y a su mujer Isabel García por encubrimiento.
Asimismo, ratifica la situación de prisión provisional comunicada para Santiago y Rosa del Valle, y apunta que no se ha adoptado medida cautelar alguna respecto de Isabel García, que actualmente se encuentra cumpliendo condena por otras causas en el Centro Penitenciario de Sevilla.
En el auto se considera acreditado por las diligencias practicas que Mari Luz Cortés salió de su domicilio el 13 de enero de 2008 entre las 16.30 y las 16.40 horas para comprar chucherías en un quiosco próximo a su domicilio y tras realizarlo, mientras regresaba a su casa y al pasar por la puerta de Santiago del Valle, éste, que se encontraba asomado a la ventana, y "con intención de abusar sexualmente de la menor, llamó su atención tirándole un muñeco" que la niña recogió y fue a devolverle.
Una vez en el portal, el procesado "intentó abusar de la menor, la cual se resistió procediendo Santiago a agarrarla por el tórax desde atrás y a golpearla causándole lesiones que la dejaron inconscientes sin llegar a causarle la muerte".
A continuación, Santiago entró en la vivienda cogiendo uno de los dos carritos de la compra que habitualmente utilizaban e introdujo a la menor en su interior tapándola con un chaquetón, tras lo cual despertó a su hermana Rosa y le pidió ayuda para "meter a la menor en su vehículo y deshacerse de ella" en una zona de marismas próxima al Estero del Rincón donde introdujo a la menor en el agua dejándola parcialmente sumergida.
En el auto de procesamiento se destacan aspectos como el que la autopsia confirma que la menor murió por "asfixia por sumersión" tras permanecer de forma prolongada en medio acuático y que "no fue objeto de agresión sexual capaz de dejar evidencias en el examen del cadáver".
Asimismo, se refuta la declaración de Santiago del Valle sobre que arrojó a la menor a una alcantarilla, pues la Policía acredita la imposibilidad de la apertura manual de las alcantarillas de zonas próximas a la barriada; y se apunta que las muestras recogidas en los bajos del automóvil de Rosa del Valle son similares a los de la zona en la que arrojó a la menor así como a los hallados en la botas y falda de la menor.
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