La empresa sevillana Bastilispo, con sede en la localidad de El Viso del Alcor, ha patentado y puesto en el mercado un brasero que no puede provocar incendios, ya que se desconecta o baja su temperatura cuando se corre riesgos de que arda alguna prenda que se encuentre alrededor.
El gerente de la empresa, José Manuel Pineda, técnico superior eléctrico e inventor del ingenio, que ha llamado BET-950, ha explicado que el sistema fue patentado en 2002, aunque se ha comenzado a comercializar en la última temporada, y funciona "con una pequeña turbina que baja la temperatura del chasis y resistencias para que no se pongan incandescentes".
De esta forma, "tiene un dispositivo de seguridad que detecta si el aparato está cubierto, además de que el consumo eléctrico es más bajo que en un brasero convencional, porque aprovecha mejor el calor, este calor es más homogéneo más saludable e incluso mejor para la circulación de las piernas".
Pineda ha subrayado lo innovador del ingenio, que hace que detecte en todo momento se detecte la posibilidad de que se haya cubierto o se pueda cubrir con un elemento inflamable, desconectándose inmediatamente, o bien bajando su temperatura a un nivel que no sea peligroso.
Ha dicho además que se trata de un aparato que consume una potencia máxima de 950 watios, y que ha sacado al mercado también un grupo de radiadores llamados Fénix, que también ha patentado, "con un diseño de múltiples aletas para disipar mejor el calor, que producen un gran efecto chimenea, tienen un fluido térmico y sistema seguridad contra caída del aparato".
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