La plataforma Marea Blanca en contra de los recortes sanitarios en la provincia de Sevilla, que engloba a más de 80 organizaciones y asociaciones, considera un "éxito" la manifestación del pasado 15 de enero, que congregó "a más de 10.000 personas" bajo el lema 'Por una sanidad andaluza pública y universal. No a los recortes. Por una gestión justa'.
Las numerosas organizaciones sociales y colectivos convocantes consideran que esta alta participación "es una clara muestra de la preocupación de la ciudadanía, que está percibiendo en los últimos años la pérdida de calidad del servicio público de salud en la provincia".
Por este motivo, según indica Facua en un comunicado, más de 70 personas, en representación de diferentes entidades, han mantenido este martes 17 una asamblea para comenzar a preparar nuevas movilizaciones, que "ayuden a provocar un diálogo con los responsables de las políticas sanitarias andaluzas para negociar el fin de los recortes en la sanidad pública y la recuperación de las inversiones sanitarias pendientes e imprescindibles".
En este sentido, la Marea Blanca llama a todas las organizaciones, colectivos y mareas ciudadanas que "combaten los recortes en los servicios públicos a una gran movilización en Sevilla el próximo 28 de febrero, para lo que buscará la coordinación con todas las plataformas existentes".
Asimismo, Facua explica que en la asamblea de este martes se ha acordado crear un grupo de cuatro portavoces, que ejercerán esta responsabilidad de manera rotatoria. Esta portavocía ha recaído, por votación, en María del Carmen Romero, miembro de la Plataforma Médico 24 horas de la Sierra Sur, Jordi Castilla, representante de Facua Sevilla, Sebastián Martín Recio (médico jubilado), y Dolores Dávila, de la Asociación de Vecinos Estación de Córdoba.
La Marea Blanca de Sevilla reúne a decenas de asociaciones de vecinos, partidos políticos, sindicatos, organizaciones profesionales, asociaciones de consumidores y otros colectivos ciudadanos. Esta iniciativa denuncia "la paulatina precarización del sistema público sanitario, con pérdida de empleo y un empeoramiento de las condiciones de trabajo de los profesionales del sector, además de la reducción drástica de camas, quirófanos y servicios y del presupuesto invertido tanto en atención primaria como hospitalaria, que provoca un peor servicio a los usuarios".
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