El amor por los animales y la originalidad a la hora de crear una empresa han llevado a un empresario jiennense, Antonio Peralta, a crear Waniyanpi, el primer obrador andaluz de repostería pensado solo para mascotas, que funciona en Sevilla desde hace unos tres meses.
Se trata de una idea empresarial que se propone, desde su local en la calle Calatrava de la capital hispalense, cerca de la Alameda de Hércules, endulzar la vida de perros y gatos con una fórmula de pastelería para elaborar galletas, yogures, helados y alimentos deshidratados pensados solo para consumidores de cuatro patas.
Eso sí, cuando se entra en el local de Peralta la primera impresión olfativa no se distingue de una repostería para humanos y en el primer mostrador ya están los productos que acaban de salir del obrador.
La propia perra de Peralta, 'Roma', una preciosa mixta, sabe perfectamente que su premio por posar para las fotos o portarse bien es una de las delicias que prepara su dueño, un hombre nacido en la localidad jiennense de Andújar que ha sabido reinventarse para superar la crisis, y ha encontrado una ocupación de cuyo resultado se muestra satisfecho.
Todo comenzó cuando "con la crisis me despidieron, y decidí marcharme a Inglaterra, donde estuve un año, concretamente en Londres, y de ahí me marché a Chile, donde estuve cinco años", relata este empresario, cuya vida profesional ha estado hasta ahora muy alejada de los animales, ya que es geólogo.
De hecho, su especialidad es la microscopía óptica petrográfica, una técnica para determinar, entre otras cosas, las propiedades ópticas o la identificación de los minerales en la que Antonio es una referencia, ya que llegó a ser director del departamento de Geología de la Universidad Central de Chile.
Tras su estancia en Chile decidió volver a España en busca de una nueva vida con 'Roma', a la que adoptó en el país sudamericano, y, tras comprobar que la idea de la pastelería funcionaba en otros países, decidió crear Waniyanpi, que significa animal domesticado en nativo norteamericano.
En estos tres meses la experiencia no ha sido nada mala, y por Waniyampi han pasado dueños de animales en busca de la originalidad de su trabajo, que ha incluido roscones de Reyes para mascotas.
Los perros y los gatos son los principales beneficiarios de su idea "porque otras mascotas, como hurones o conejos comen más hierba, heno y cosas así", explica.
Además, dice que los dueños de los perros están dispuestos a invertir más en la alimentación de sus mascotas y en algún capricho.
Teniendo en cuenta el daño que algunos alimentos pueden hacer al estómago de estos animales, las chucherías y pasteles "los hacemos con hígado de pollo, pechuga de pollo o fruta, y no usamos ni levadura, ni sal ni azúcar, solo un poco de bicarbonato para que se infle la masa y ya está".
En esencia, Waniyanpi nace "por el amor a estos pequeños mimados de la casa, preocupados por su alimentación industrial y los componentes que se utilizan para su fabricación", y con esa premisa Antonio abre cada día las puertas de su local.
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