El presidente de la Gestora del PSOE, Javier Fernández, ha defendido este sábado que los meses que transcurran hasta el 39 Congreso del partido son necesarios para hacer una "reflexión" sobre el proyecto socialista y ha apelado a la "lealtad" de todos sus compañeros: "Si hacemos oposición unidos, gobernaremos unidos".
Fernández ha abierto así la reunión del Comité Federal del PSOE que pondrá fecha al próximo cónclave en el que los socialistas elegirán a su nueva dirección, los días 17 y 18 de junio, con una intervención en la que no ha escatimado adjetivos para definir la "dura y áspera pugna política" que ha vivido y vive el partido.
El también presidente de Asturias ha lamentado que los ciudadanos se alejan del PSOE por el "ombliguismo" del PSOE, con "preocupación y enfado", y ha subrayado que lo quieren es que intenten "de verdad, no de manera impostada, sanar esa herida" que han creado "en la conciencia colectiva del partido".
Por eso, se ha dirigido a los futuros candidatos al 39 Congreso, que se medirán en primarias en mayo, para pedirles "respeto entre ellos, a los procedimientos y al partido".
HAY QUE "ACEPTAR" LAS DECISIONES QUE SE TOMAN
Fernández ha insistido en la lealtad, primero al partido, lo que supone "aceptar las decisiones que toman sus órganos de representación" de manera "democrática". Así, ha vuelto a defender la abstención ante el PP pensando en el interés del país y ha recalcado que cuando las "lealtades" ante las que se debe el PSOE --el partido, los votantes y el país-- "entran en conflicto", siempre hay que poner "al país por encima de lo demás".
El presidente de la Gestora ha vuelto a defender que la abstención era "la menos mala" de las soluciones y ha lamentado que "no todo el mundo" le reconoció "el derecho a ser escuchado y la libertad a expresar" su posición. "Hubo quien construyó una atmósfera de intimidación, de un antagonismo ritualizado primario, agresivo, sobre todo en las redes sociales", ha denunciado, si bien ha subrayado que su ánimo este sábado no es el de la queja.
De esta manera, Fernández ha sido muy duro contra quienes se han presentado como los "guardianes de las esencias" esta crisis, presumiendo "pureza ideológica". Pero además, en lo que se puede entender también como una crítica al anterior secretario general, Pedro Sánchez, y sus defensores, ha subrayado que él no está seguro de "tener siempre la razón" ni cree que "representa a la totalidad ni tiene el monopolio de las buenas intenciones" ni se adjudica la exclusiva representación de "la parte sana del partido".
Tampoco ha ahorrado autocrítica al señalar que después de las elecciones del 26 de junio todos los dirigentes sabían "lo que había que hacer", es decir, dejar gobernar el PP, pero no cómo "ganar el congreso" después de tomar esa decisión.
A partir de aquí, se ha mostrado convencido de que el PSOE puede recuperar su fuerza, porque es "el único" partido que hoy tiene "un planteamiento alternativo a la derecha liberal, el nacionalismo identitario y el populismo".
Y ha defendido que puede hacerlo desde la oposición, un lugar donde "no hay victorias que celebrar, ni cargos que repartir", sino "trabajo, esfuerzo y tesón". "Pero yo os digo que si la hacemos unidos, si hoy hacemos oposición unidos, mañana gobernaremos unidos", ha afirmado.
HAY QUE LLEGAR A ACUERDOS A DERECHA E IZQUIERDA
Para esta tarea, ha situado el acuerdo como el objetivo político y ha avisado de que la "incapacidad" para pactar "se paga siempre y a un precio muy alto", porque implica la "degradación de las instituciones". Y ha defendido que en ocasiones será bueno llegar a acuerdo con el Gobierno y, en otras, con el resto de partidos de la oposición y frente al PP.
Fernández ha subrayado que lo difícil no es hacer oposición, sino hacer de la oposición un espacio político que les haga "verosímiles" ante los ciudadanos como futuro partido de gobierno.
Y, para ello, ha defendido que el PSOE no puede olvidar su historia, de dónde viene, ni dejar de "reconocer" a sus dirigentes que "hicieron posible la idea ilustrada de la España moderna", y ha insistido en que tiene ahora que reflexionar para ofrecer respuestas a los ciudadanos.
De esta manera, ha respondido a quienes defienden que no es necesario un nuevo debate político, porque el PSOE ya lo hizo en la Conferencia Política de noviembre de 2103, subrayando que en estos tres años han pasado muchas cosas en España. Entonces, ha dicho, España no crecía al 3%, ni había emergido Podemos a la "izquierda" del PSOE, ni la crisis con Cataluña tenía la gravedad de ahora ni había ocurrido el Brexit.
Por eso, ha defendido que llevar el Congreso a junio no es "dilatar" el proceso y "olvidar" lo ocurrido en los últimos meses. Se trata ha dicho, de hacer "un debate profundo" en lugar de otro "de brocha gorda".
NO SE PUEDE "CERRAR EN FALSO" LA CRISIS EN CATALUÑA
Fernández ha dedicado unos minutos también a hablar sobre la crisis territorial en España, momento en el que ha advertido a sus compañeros de que el PSOE no puede "cerrar en falso" este debate y ha alertado sobre los pactos a los que se puede llegar con partidos que reclaman el derecho a decidir en las comunidades autónomas, en referencia a Podemos.
"En España nadie va a tener que elegir. Pero sí que hay que tener claro que es la ciudadanía y no la identidad la que debe vertebrar el núcleo de nuestra política. No se puede centralizar la identidad ni centralizar el poder y no pretendemos que los nacionalistas se sientan miembros de la nación española, pero sí que sean ciudadanos del Estado español", ha explicado.
También en referencia a Podemos, Fernández ha apostado por la moderación en la política, ya que considera que no hay que "ver al adversario como un enemigo porque así se renuncia al diálogo, al parlamento y a la política", de modo que ha instado a buscar el "equilibrio" entre cómo hacer frente a las "amenazas" y aprovechar las "oportunidades" para así buscar la "reputación como partido en la oposición y como partido de gobierno".
Para el presidente de la Gestora, fuera del "perímetro que forman el Estado social, la economía de mercado y la unidad descentralizada de España y Europa, no hay nada". "Hay quien quiere impugnarlo y creo que no deberíamos hacernos una enmienda a la totalidad a nosotros mismos", ha señalado.
El discurso de Fernández, que ha hablado sin papeles en el atril, ha sido seguido con mucha atención. Algunos miembros de Comité Federal tomaban notas de su intervención, que ha sido aplaudida en varias ocasiones, aunque no por todos. En las primeras filas se ha podido ver con gesto serio a la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y las líderes del PSOE en Madrid, Sara Hernández, y Euskadi, Idoia Mendia, tres de las dirigentes que defienden que el Congreso debe ser en abril.
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