Complicado se le presentaba el partido para el equipo sevillano, pues sumaba la mala trayectoria que lleva esta temporada con la visita de uno de los grandes del baloncesto europeo.
Pese a todo, los del ex técnico baskonista Manel Comas salieron metidos en el choque, lo que le valió para llevarlo a su favor durante muchos minutos del primer cuarto, aunque el poderío del equipo alavés, con una gran labor del pívot Tiago Splitter, le dio la iniciativa al cuatro visitante (19-23).
El segundo cuarto fue otra historia, ya que el Tau, bien dirigido por el base serbio Igor Rakocevic, amplió en un momento su ventaja con un parcial de 0-13 (21-36) que dejó tocado a los jugadores locales.
El Cajasol no supo atacar ni defender ante la supremacía de la formación vitoriana y sólo el base italiano Andrea Pecile mostró el acierto necesario para que el rival no se fuera en el marcador, aunque al descanso se llegó con un claro 33-52, diecinueve puntos para el Tau que dejaron el choque decantado para la reanudación.
En la segunda parte la historia se redujo a saber si el equipo que entrena el montenegrino Dusko Ivanovic llegaría a la barrera de los cien puntos anotados y cuál sería la diferencia en el marcador, que en el tercer cuarto llegó a 29 puntos (49-78).
Al final, el Tau superó la barrera y se quedó en una ventaja de 27 puntos (74-101), aunque llegó a tener una máxima de 34 (63-97).
El otro partido de la jornada
En el otro partido de la jornada, el Unicaja Málaga, que perdió el liderato la pasada jornada, ganó crédito tras vencer por 82-75 al Pamesa Valencia, al frente de cuyo banquillo se estrenaba ayer el croata Neven Spahija, que en sus anteriores equipos nunca había perdido contra el conjunto malagueño.
En siete enfrentamientos, Spahija logró otras tantas victorias frente al Unicaja, dirigiendo al Maccabi y al Tau Vitoria.
El Unicaja coge nuevamente credibilidad ante un Pamesa que no se rindió y que con Spahija puede ser un nuevo equipo.
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