Susana Díaz se comerá el turrón con sus cuentas públicas aprobadas y por segundo año podrá presumir de ser la primera comunidad autónoma que las saca adelante sin sobresaltos. El Parlamento de Andalucía echó el telón este jueves hasta febrero sin moverse un milímetro del guión previsto: C’s le dio de nuevo oxígeno al PSOE y fue el único grupo de la oposición que avaló el Presupuesto de 2017, con sus montante global de 33.239 millones y más amortización de deuda (4.000 millones) que inversión (3.668 millones). En un calco de lo que ocurrió hace justo un año, la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, le agradeció a Juan Marín su misión de puntal del Ejecutivo con un cariñoso abrazo. Motivos tenía de sobra para tanto afecto.
Andalucía tiene ya sus números cuadrados para afrontar el próximo ejercicio y Díaz argumentos para erigirse en adalid de la estabilidad. El éxito tronará en las próximas semanas y se colará, cómo no, en el discurso de fin de año de la presidenta. El momento es idóneo para venderlo frente a las serias dificultades con las que aún batallan el resto de comunidades para hilvanar sus Presupuestos, por no hablar del derroche de diplomacia que le queda por delante a Mariano Rajoy para lograr que el Congreso le convalide los suyos. La Junta es alumna aventajada en esa parcela y nadie va a dejar pasar la oportunidad de alardear en tiempos convulsos.
Estabilidad y Gobierno sólido. A Susana Díaz esos dos ingredientes la catapultan un pasito más hacia Ferraz. No hay otro rostro en el partido que pueda lucir esos galones. Incluso uno de sus principales valedores, el extremeño Fernández Vara, está sufriendo de lo lindo para que Podemos ceda y le dé la mano. La votación de ayer, en la que al frente común de PP, Podemos e IU sólo le quedó la hiel de la derrota, concede otro premio a la presidenta y ejerce de contrapeso ante el aluvión de críticas que le ha llovido desde el inesperado frente sanitario. Con un quebradero de cabeza menos, Díaz tiene vía libre: en 2017, y más pronto que tarde, anunciará su órdago para liderar el PSOE.
Ni una sola de mil enmiendas...
PSOE y Ciudadanos ya habían aclarado en la comisión previa al Pleno de esta semana que no dejarían pasar ni una sola de las más de mil enmiendas (603 del PP, 315 de Podemos y 116 de IU) del resto de los grupos al Presupuesto. Los votos de ambos las tumbaron. Podemos e IU se apoyaron en las suyas, mientras el PP y los de Teresa Rodríguez intercambiaron abstenciones entre sí. El PSOE vuelve a hablar pues de pinza...
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