Fernando Alonso, presidente del grupo Airbus en España, ha realizado en la tradicional comida con la prensa en Madrid el balance del año 2016 y marcó como reto clave para el próximo ejercicio firmar por fin un contrato de exportación del avión militar A400M. Alonso aseguró que la producción de la aeronave ya se ha normalizado después de los graves problemas en los motores y el fuselaje a inicios de año, y ahora el reto clave es firmar por fin un contrato de exportación con nuevos clientes distintos de los fundacionales (varias naciones europeas entre ellas España, Turquía y Malasia).
Indonesia (cuyo Gobierno ha dicho este año que quiere comprar una pequeña flota de unos cinco), Egipto (que negociaría comprar 12), México o Jordania son algunos de los países con negociaciones más avanzadas para ello. Los problemas del avión con los motores o algunas secciones del fuselaje han impedido venderlo hasta ahora, reconoce Alonso.
Para conseguir esta venta, y una vez que la producción del avión se ha estabilizado durante el año, “tenemos que reducir los costes de fabricación, ganar en eficiencia para lograr abaratar el precio de venta del avión y ser más competitivos”, detalla Alonso. El directivo recordó que sobre los 174 aviones A400M encargados, se han producido menos de 50, lo que supone que aún hay margen para hacer más eficiente la cadena de ensamblaje.
Además, y pese a los problemas industriales, Airbus cerrará 2016 con casi 17 entregas, es decir, la mitad de la flota total de 35 aviones A400M que habrá a cierre de ejercicio. Alonso destacó esta cifra de entregas pese a los problemas. Ya se han despachado 14 aparatos y en lo que resta de diciembre podrían producirse hasta tres más.
Impactos
Hasta ahora, y aunque la empresa no ofrece datos oficiales, cada A400M se está comercializando con un precio de entorno a 150 millones de euros. Alonso, sin entrar a confirmar la cantidad, ha insistido en la meta de reducir todo lo posible el precio de venta.
Sobre la reducción de la producción del C295 en 2017 y 2018 a diez unidades anuales desde las alrededor de 20 de los últimos años, el directivo asegura que espera que no suponga la caída de ningún proveedor español implicado en la fabricación de la aeronave en Sevilla. “Tienen las mismas armas de flexibilidad laboral que nosotros para adaptarse, es importante que no caiga ninguna para conservar la cadena de suministro”. Los sindicatos UGT y CCOO estiman que el impacto en el empleo en la industria auxiliar que trabaja para el C296 será de unas 600 personas, la mayoría en Andalucía. A ello se añaden las 360 afectadas dentro de Airbus por esta menor producción del C295 pero también del A380, la mitad de las cuales se recolocarán en otros programas y el resto serán contratos temporales que no se renovarán.
"Tenemos que lograr un colchón de pedidos que evite vaivenes en la producción”, añadió. El reciente contrato para suministrar 16 aviones C295 a Canadá es una buena muestra de ello, aunque se entregarán a partir de final de 2019 y por eso Airbus mantiene la reducción de la producción en 2017 y 2018 en Sevilla. Alonso destaca además que este contrato no es sólo de suministro de aviones, sino de modernización tecnológica de bases de operación en Canadá y de mantenimiento de los 16 aviones al menos por cinco años. "Este es el tipo de contratos que vamos bucando, en los que ofrecemos servicios y no sólo productos", ha resumido.
Por ultimo, respecto a la posibilidad de ubicar un centro de mantenimiento del A400M en Sevilla, Alonso asegura tajante: “Cada país hará su mantenimiento o habrá alianzas entre varios para ello, pero no habrá un gran centro de mantenimiento ni en Andalucía ni en ningún otro lugar”.
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