Pregunta. La Fundación Cruzcampo ha iniciado una nueva etapa bajo su presidencia, con un nuevo consejo asesor y un nuevo rumbo. ¿Qué queréis que sea la Fundación a corto y medio plazo?
Respuesta. Es una etapa nueva para nosotros, hemos renovado el patronato para incorporar a él nuevos perfiles. En concreto, ejecutivos de Heineken que es el patrono financiador único de la fundación. Se ha incorporado el director del canal de Hostelería, que es el más importante de nuestra actividad; se ha incorporado la directora de Márketing; y yo en concreto, ya que la Fundación estaba en mi área de actividad, he asumido la presidencia del patronato. Con ello tienes a tres miembros del actual comité ejecutivo de la compañía dentro del patronato, y eso creemos que nos asegura mantener la Fundación en un rumbo todavía más ambicioso, para trabajar sobre sus fines… Y es una apuesta importante, porque hasta ahora los patronatos habían estado integrados por directivos de la casa que ya habían pasado a jubilarse o prejubilarse. Los tiempos exigen que aunque se mantengan miembros con ese perfil, se incorporen al patronato personas que tengan el pulso de la compañía y del sector en el que operamos. También hemos dotado a la Fundación de un consejo asesor que antes no existía. Nuestra idea es que nos aporte el consejo experto en esas áreas, en esos fines, que hemos revisado. Estamos hablando de cultura, talento y emprendimiento, y formación en hostelería. Y a esos perfiles responde la composición de este consejo asesor. Con todo ello lo que quiero expresar también es que nuestros retos pasan por fortalecer la dedicación de la fundación a una serie de fines que hemos revisado, pasan por impulsar los programas clásicos que continúan y aún con más fuerza, y sumar a esos programas clásicos estos aires renovados mediante los tres o cuatro programas nuevos que venimos impulsando desde hace tres o cuatro años. Estamos muy satisfechos y queremos seguir apostando por ellos. De manera que nuestra dedicación al interés general y a los retos de la sociedad actual sea lo más certera posible.
P. En ese consejo asesor hay sensibilidades novedosas y curiosas, procedentes del mundo de la alta cocina, del emprendimiento… ¿Qué esperáis de ese consejo?
R. Lo primero que quiero destacar es que al llamarles para formar parte del consejo, todos aceptaron de manera inmediata. Fue verdaderamente gratificante porque son personalidades de un reconocido prestigio. Los perfiles son variados por la propia diversidad de los fines a los que nos dedicamos y por la singularidad de cada uno de los miembros. Del mundo de la hostelería tenemos a Emilio Gallego, el secretario general de la Asociación de Hostelería de España. La Fundación acoge nuestras escuelas de hostelería, donde ofrecemos formación y profesionalización, y queremos asegurarnos de que nuestra oferta formativa se adapta a lo que demanda el sector. Tener a una persona con el conocimiento y profesionalidad de Emilio Gallego es una garantía de ello. Del mundo del talento y el emprendimiento tenemos a personas muy interesantes, como Luis Marín, el consejero delegado de Barrabés, que es una empresa pionera en el mundo de internet, de las nuevas empresas (start up), y de todo el nuevo lenguaje de la economía digital. Ellos, que tienen sus propias start up, también asesoran a entes que quieren impulsar el emprendimiento. Son nuestros socios académicos en el programa Red Innprende. Este es el programa en el que impulsamos nuevos negocios en los que creemos que tenemos algo que aportar. Además, tenemos a María Benjumea, creadora del mayor encuentro de emprendedores del sur de Europa, el Spain Start Up y también el South Summit, y con una fuerte presencia de emprendedores de Latinoamérica. Aporta una visión muy rica en este ámbito. Del mundo de la formación, y como estamos encuadrados en la cadena agroalimentaria, queríamos contar con la escuela de negocios que tiene un posicionamiento más claro en ese mundo, que es el Instituto San Telmo. Julio Audicana es el responsable del departamento agroalimentario de San Telmo y también se ha incorporado al consejo asesor. Y, por no detenerme en todos, me gustaría señalar a Rafael Infante, catedrático de Matemáticas pero que es una de las personas que mejor conoce el mundo del flamenco. Y esa vertiente de la Fundación continúa, ya que tenemos el premio Compás del Cante, que algunos consideran el Nobel del flamenco; tenemos cátedras de Flamencología en Sevilla y en Málaga; patrocinamos la Bienal de Sevilla… Los programas más tradicionales siguen su camino y Rafael Infante nos ayuda a que estén bien enfocados.
P. En los últimos años, la Fundación se ha distinguido mucho por la formación de emprendedores, y por la mejora de la formación de quienes ya tienen los profesionales en activo. ¿Cuándo surgió este tema y cómo queréis seguir impulsándolo?
R. Durante los años en que he estado en Relaciones Corporativas de Heineken he tenido numerosas conversaciones con Julio Cuesta, con el que me une más que una relación profesional. Y él me decía que la Fundación se tiene que adaptar a las necesidades del momento, al interés general en cada momento. Y hace ya casi cuatro años, le planteé al presidente de Heineken que teníamos que poner en marcha programas en el ámbito de la empleabilidad de los jóvenes y de impulso al emprendimiento. De ahí surgen dos programas que han tenido relevancia y con los que estamos muy satisfechos. Talentage y Red Innprende. Talentage demuestra que los jóvenes universitarios andaluces tienen una buena preparación y que si uno crea los canales adecuados, ese talento florece. Cada año nos llegan más de mil solicitudes de estudiantes que ya han cursado su grado, en cualquier universidad andaluza y en cualquier grado. Seleccionamos a 40, reciben una formación muy intensa en temas clave para acceder al mercado laboral, y después de una serie de pruebas se quedan a trabajar en Heineken o en otras compañías asociadas. Por su parte, Red Innprende consiste en impulsar el emprendimiento pero allí donde creemos que podemos aportar conocimiento. Concretamente a empresas de nueva creación. A veces son solo una idea, otras veces están constituidas pero les falta mucho recorrido, y todas relacionadas con tres sectores: hostelería, turismo, y agroalimentación. Vamos a continuar por esta línea, son programas sólidos que están en su tercer o cuarto año, y probablemente los reforcemos con nuevas iniciativas en este sentido que convivirán con esos programas tradicionales de los que hablábamos antes.
P. Heineken ha venido impulsando en solitario la Fundación, financiándola por ella misma. ¿Es ese el camino a seguir o estáis abiertos a colaborar con otros entres para llegar más lejos?
R. Pensamos que estamos en la era de la colaboración. Y eso en unos campos va más rápido que en otros. La actividad de las fundaciones tiene que ser colaborativo. Nuestros programas están abiertos, por ejemplo Red Innprende el año pasado tuvo unas sesiones abiertas, este año también, que denominamos Pitch&Beers. Siempre hay anglicismos en este mundo. Son un punto de encuentro para contar ideas con una cerveza en la mano, y el año pasado pasaron mil personas. Este año va por el mismo camino. En Talentage colaboran, y se quedan con participantes a los que ofrecen una oportunidad laboral, la Fundación Persán, la Fundación Hermanos Martín de Supermercados Mas. En esa línea continuaremos. Formamos parte de la Asociación de Fundaciones Andaluzas, y siempre está en nuestro ánimo compartir el conocimiento de nuestro ámbito y lograr que nuestras actividades sean lo más participativas posible.
P. Cruzcampo es la marca más consolidada de Andalucía, y convive con la eclosión de la cerveza artesana. ¿Cómo encaráis este fenómeno?
R. Está bien calificarlo así, como un fenómeno, porque ha marcado de manera importante el devenir de nuestro sector en los últimos años. Es positivo. Porque hay más interés que nunca en saber de cerveza, desarrollar cultura cervecera. Este fenómeno tiene que ver con esa tendencia de conocer el mundo de la cerveza. Nuestro consumidor ha venido siendo muy exigente en un tipo de cerveza, pero ahora el consumidor quiere saber lo que es una cerveza de trigo, de fermentación alta, de abadía… Todo eso está viniendo muy bien al sector. Lo que nosotros hicimos es tratar de entender qué va buscando el público. Nos dimos cuentra de que buscaba nuevas propuestas, sabores más sofisticados, un elemento local de sostenibilidad, etc… Y hemos completado nuestro portafolio de siempre con nuevas recetas, y a ello responde el lanzamiento de Cuzcampo Cruzial o Amstel Oro. Son extensiones de gama sobre marcas muy consolidadas. Recuperamos recetas antiguas, como Cruzial, y con ello tratamos de encarar este fenómeno.
P. La cerveza es termómetro del consumo, ¿seguís en esa línea de crecimiento que se registra desde hace un par de años?
R. Es un buen indicador. Lo que ocurre en el canal de hostelería es lo que mejor se relaciona con el comportamiento del conjunto de la economía. Nosotros trabajamos en hostelería y en alimentación del hogar. El de hostelería es el que mejor se correlaciona con lo que ocurre en el conjunto de la economía. Desde 2008 hasta 2013 se contrajo el consumo en hostelería, la gente iba menos al bar y al restaurante. Esto cambia, tras seis años duros y con caídas del 4 o 5 por ciento en tantos años seguidos. Desde final de 2013 y los tres años posteriores se recupera el consumo en el canal hostelería. Hay más renta disponible y se nota el fuerte repunte del turismo. Todavía no estamos en el nivel de 2008, pero seguimos creciendo. Nuestros planes a futuro van acompañados de un estudio macroeconómico serio, y la economía española ha estado impulsada en 2016 por la demanda interna, que se traduce en consumo. También ha habido vientos de cola externos. En 2017 va a continuar esta tendencia, y esperamos un buen comportamiento para el próximo año.
P. La fábrica de Sevilla mantiene un abanico de relaciones con un importante número de proveedores, ¿qué impacto deja la empresa en la ciudad y cómo se concreta en empresas con nombre y apellidos?
R. Esta fábrica es la más moderna del grupo en Europa y sirve de referencia para la construcción de nuevas plantas en cualquier parte del mundo. A imagen de la de Sevilla se han hecho fábricas en lugares tan dispares como Suráfrica, Etiopía o una que hay ahora en construcción en Colombia. También tenemos otra fábrica en Jaén, muy versátil, con una plantilla muy comprometida. Y, aún siendo la más pequeña en capacidad respecto a Sevilla, Madrid o Valencia, juega un papel importante en innovación y nuevos productos. Andalucía es muy importante para nosotros, nuestra sede social está aquí, tenemos unos mil empleados en la región, más de un 40% de la plantilla en España, tenemos la sede de la Fundación Cruzcampo, tenemos escuelas de hostelería en Jaén y Sevilla. Nuestro compromiso con Andalucía es muy importante. En los últimos 5 años hemos invertido casi 100 millones sólo en la parte técnica, sin incluir las comerciales ni gasto de márketing. También hacemos una contratación importante de jóvenes.
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